La tabla de ejercicios del emprendimiento se repite: no tener miedo a arriesgar, saber elegir el sector de actividad aprovechando la experiencia de lo que uno mejor sabe hacer y conoce y rodearse de un buen equipo. Con esta rutina, dos socios sevillanos, Manuel Duque (Guillena, 1973) y Jesús Mejías (Sevilla, 1972) han convertido Woman 30, con un solo centro abierto en el municipio de Lebrija, en un concepto de franquicia de cuidado del cuerpo especialmente orientado hacia la mujer que ya ha despertado gran interés tanto en España como fuera de sus fronteras.
-¿Qué aporta Woman 30 de diferente a las ofertas que ya existen en el mercado?
-Woman 30 aúna tres conceptos que por sí solos existen en el mercado: fitness, estética y dietética, pero que se ofrecen como un servicio integral exclusivamente dedicado a la mujer. Adaptamos cada día la rutina de trabajo de 30 a 45 minutos, hacemos un estudio personalizado de la mujer y un seguimiento con un software que analiza todos sus parámetros corporales. La clienta no viene aquí a pegar saltos y a sudar, sino a cumplir sus objetivos siempre con una monitora y con libertad de horario desde las nueve de la mañana hasta las nueve y media de la noche.
-¿Por qué han elegido la franquicia como vía de expansión?
-Había tenido negocios de estética y relacionados con la salud, pero la idea nace del centro piloto que desarrollé en Lebrija (Sevilla). En él, durante un año y medio, se ha desarrollado todo el know how y se han visto las bondades del proyecto. Había mucha oferta de estética pero mis clientas pedían algo más.
-¿Cuáles son los objetivos de crecimiento que se marcan para este año?
-En el primer trimestre, además del primer establecimiento en el centro de Sevilla (General Polavieja), ya tenemos firmadas las aperturas en la zona de la Buhaira, en Lucena, Vélez-Málaga, Albacete, Écija, Reus y Córdoba. Y, además, tenemos preacuerdos con inversores que quieren comprar la firma para implantarla en México (en México DF y Cancún) y Emiratos Árabes Unidos, así como interés para llevarla a Portugal, aunque no nos habíamos planteado dar el salto internacional tan pronto.
-¿Y cómo es posible que se haya generado tanto interés con un solo centro propio abierto?
-Tenemos un nombre en el mundo de la franquicia y hay inversores que nos siguen. Mi último trabajo (Manuel Duque) fue de director general de una franquicia estética, de la que gestioné su expansión, con la apertura de 170 centros en dos años, mientras que Jesús Mejías ha desarrollado varias redes de franquicias durante siete años y cuenta con una experiencia profesional de diez años en EEUU y, además de socio, es Director de Expansión de la compañía. Tenemos mensualmente unos 300 contactos que demandan información y más de 500 visitas de tráfico en la página web.
-¿Cuál es el perfil de cliente?
-A partir de 25 años. Las chicas más jóvenes ven el gimnasio como relación social, pero nuestras clientes se marcan unos objetivos y quieren otros resultados.
-¿El cuidado del cuerpo no es un mercado que está ya saturado de gimnasios, centros de mantenimiento, belleza y estética, etcétera?
-Está saturado de oferta individual, no como una propuesta integral. Tenemos las últimas tecnologías y una alta calidad y, aparte de unir los tres conceptos, los llevamos al máximo de excelencia. El de la salud es un sector con un gran crecimiento, de dos dígitos en los últimos años.
-¿Les preocupa que este tipo de actividades, que pueden considerarse un pequeño lujo, esté entre las primeras cosas a las que puede renunciarse en época de crisis?
-En tiempos de crisis se da la teoría de la barra de labios, que es cuando más barras de labios se venden, las mujeres se cuidan más y van más a la peluquería. Es en periodos de crisis cuando la salud y la estética repuntan y se convierten en sectores en auge. Es psicología. Cuando se está deprimida o anímicamente mal es cuando más se va a la peluquería porque uno se dice, al menos, voy a permitirme estar bien.
-¿Y por qué centrarse solo en la mujer? ¿Es el segmento más rentable para este negocio?
-La mujer quiere tener su propio espacio, necesita un lugar en el que sentirse cómoda para realizar sus ejercicios. Es una propuesta que estaba latente.
-¿Qué inversión requiere poner en marcha la franquicia?
-Desde 33.000 hasta 59.500 euros dependiendo de la opción que se elija: Woman 30 Star (fitness y dietética) o Woman 30 Sinergy y Sinergy +, que ya incluyen estética. Es un negocio diseñado para la crisis, que pueden aprovechar muchos promotores que tengan locales vacíos, ya que comparten los gastos fijos. Es una gran oportunidad de negocio que permite obtener una máxima rentabilidad por metro cuadrado en locales que estén bien situados y que tengan de 150 a 200 metros cuadrados.
-El problema para el emprendedor sigue siendo dónde encontrar la financiación, puesto que aún no fluye el crédito.
-Les hace falta contar con fondos propios y financiación, aunque tenemos preacuerdos con entidades financieras para ayudarles. Son necesarias las ganas de emprender un negocio de presente y de futuro con una franquicia que dé garantías.
-¿En qué periodo se amortiza la inversión?
-En torno a los dos años, aunque la cuenta de explotación es rentable desde los primeros meses. Las mejores épocas para abrir un negocio como éste son el primer y el tercer cuatrimestre del año.
-¿Qué cifras barajan en su plan de expansión a medio plazo?
-El objetivo a cinco años es contar con unos 200 centros abiertos a nivel mundial, que generarán al menos 1.000 puestos de trabajo. La idea es abordar los mercados internacionales con partners (socios) locales. El nivel de facturación de la central rondará los 12 millones de euros y cada centro puede facturar de media unos 200.000 euros al año.
-¿Y cuántos de ellos serán propios?
-En España no tenemos tiempo de eso. Nuestro cometido no es abrir centros, sino hacer que éstos funcionen. Ésa es nuestra obligación como matriz de la franquicia, que es el centro de Lebrija, y para ello contamos con un departamento de I+D encargado de desarrollar el Know how.
