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Sensaciones mixtas para España y Djokovic eliminado

El inesperado resbalón del serbio Novak Djokovic ante el ruso Marat Safin marcó la tercera jornada de Wimbledon, donde España registró un saldo positivo, con 4 victorias, pero salpicado de cierto regusto agridulce.

el 15 sep 2009 / 06:55 h.

El inesperado resbalón del serbio Novak Djokovic ante el ruso Marat Safin marcó la tercera jornada de Wimbledon, donde España registró un saldo positivo, con 4 victorias, pero salpicado de cierto regusto agridulce al lamentar las bajas prematuras de Juan Carlos Ferrero, Albert Montañés y Virginia Ruano.

La flota nacional lloró las despedidas de 3 de los componentes de la "Armada" de los 7 que competían. Lejos de la euforia experimentada el martes, aunque podía haber sido peor.

Entonces, los españoles se congratulaban de sus éxitos, con España convertida en el país con más jugadores "vivos" en segunda ronda. Un visible contraste con las altas y bajas del miércoles.

Al menos no hubo interrupciones por la lluvia. En Wimbledon continúa brillando el sol y solamente este factor, inusual en este torneo, constituye en este país un motivo de alegría.

Eso sí, en lo deportivo, hubo que decir adiós a Ferrero, a Montañés y a Ruano aunque sobrevivieron David Ferrer, Feliciano López, Anabel Medina y Fernando Verdasco.

La "mala suerte" se cebó con Juan Carlos Ferrero, que tuvo que retirarse a causa de una lesión en el isquiotibial. La tragedia personal del tenista echó un cable, de rebote, a su contrincante germano, Mischa Zverev, quien no obstante iba ganando con un marcador bastante revelador: 6-4, 6-4 y 2-1.

Cabizbajo, el español, 21 cabeza de serie, verdugo, en su debut en esta edición, del estadounidense Sam Querrey, admitió que ese problema se derivó de las molestias en los abductores que venía padeciendo y que, la pierna "no estaba lo suficientemente fuerte".

Lamentando su mala fortuna, Ferrero recordó que tampoco ha conseguido puntos en la temporada de tierra "y aquí tampoco, así que muy allá no voy", dijo.

Otro español que salió escaldado en la hierba londinense fue Albert Montañés. Poco pudo hacer ante el australiano Lleyton Hewitt -campeón de Wimbledon en el 2002-, que no tuvo problemas para apear al español del cuadro masculino con firmeza con un 7-6 (4), 6-0 y 6-2.

Virginia Ruano causó la tercera baja en la flota nacional, pese a un principio brillante, en el que todo le funcionó hasta ganar el primer set, ante la francesa Amelie Mauresmo. No hay que olvidar que la jugadora gala fue campeona en este césped en el 2006.

Mauresmo luchó, remontó, dijo adiós a la jugadora española y ahora prepara la raqueta para medir su tenis con la estadounidense Serena Williams.

La otra cara de la jornada, la de las sonrisas y los marcadores a favor, corrió a cargo, entre otros, de Feliciano López, un hombre que se mueve con mucha soltura por la superficie verde. Tampoco defraudó.

El 31 cabeza de serie, sorteó sin grandes contratiempos su pulso ante el croata Roko Karanusic, al que obligó a marcharse del maratón de Wimbledon en tres sets.

López, que llegó a cuartos de final en esta competición en el 2005, se encontrará en tercera ronda con el estadounidense Bobby Reynolds, verdugo del canadiense Frank Dancevic, un rival bastante asequible.

"No me puedo quejar del cuadro. Las dos primeras rondas han estado bien, y ahora, Reynolds. No me puedo quejar, comparando con Nalbandián -comentó-, que era el cabeza de serie que iba por mi lado, está muy bien".

Hubo que esperar hasta última hora para disfrutar de la victoria de David Ferrer, quinto cabeza de serie, que liquidó al ruso Igor Andreev por 3-6, 6-3, 6-4 y 6-2 en 2 horas y 10 minutos.

Otra tanto ocurrió con Fernando Verdasco, otro de los últimos en recoger la raqueta, aunque lo hizo como triunfador. Firmó un merecido 7-6 (4), 6-7 (5), 6-1 y 6-1 ante el belga Olivier Rochus y se prepara ya para enfrentarse al checo Tomas Berdych, undécimo favorito.

La alegría en la categoría femenina la dio Anabel Medina, quien sufrió lo indecible para proclamarse ganadora en un choque interminable -2 horas y 55 minutos- ante la italiana Francesca Schiavone, vigésima favorita, por 3-6, 7-5 y 9-7.

Aunque Medina, que salvó 2 bolas de partido en contra, no tiene grandes expectativas de cara al que será el siguiente obstáculo, la húngara Agnes Szavay, decimoquinta favorita, considera ya un regalo haber progresado hasta tercera en un "grande".

"Ahora yo creo que hay que salir más a disfrutar, sobre todo en hierba, en tercera en un Grand Slam, es como un regalo -explicó la jugadora-, para mí es difícil jugar en esta superficie".

Fuera ya del panorama nacional, la gran sorpresa de la jornada la protagonizó el serbio Novak Djokovic, el número 3 del mundo, con su despedida prematura e improbable hasta de esta competición, al caer en la "Catedral" tras 2 horas y 1 minuto frente al ruso Marat Safin por 6-4, 7-6 (3) y 6-2.

Aunque asustó en el primer set, su compatriota y flamante campeona de Roland Garros, Ana Ivanovic, también mantuvo en vilo a los espectadores del All England Club.

Fue un día inusual para la número 1 del mundo, que necesitó casi 3 horas y media y llegó a salvar dos bolas de partido para imponerse con esfuerzos ante la francesa Nathalie Dechy, una rival que jamás ha logrado completar la temporada entre las diez mejores raquetas del mundo.

La primera favorita, que vio cómo se le iba el primer set, se recompuso y se las arregló para revertir el desenlace hasta sellar el 6-7 (2), 7-6 (3) y 10-8 en la pista 1 donde, lejos de una eufórica Ana, quedó arrinconada en su silla, ahogada en un mar de lágrimas una desconsolada Dechy.

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