Cofradías

Sevilla saca ya su cruz de guía

Seis cofradías realizarán hoy su salida por las calles de distintos barrios

el 25 mar 2010 / 20:53 h.

El tiempo de los capirotes de colores, el aroma a incienso, las eternas chicotás, las cornetas y tambores y el sevillanísimo silencio al paso de una cofradía ha llegado. Hoy, por fin, las calles de Sevilla volverán a inundarse de cortejos nazarenos, de olor a cera y del rachear de las zapatillas creando el mejor preludio que se pudiera imaginar para la semana más grande de la ciudad.

Aunque habrá docenas de actos que poblarán la geografía de la ciudad, la hora punta será las 18.00 horas. A la sexta hora de la tarde se pondrán en la calle tres cruces de guía: la de Pino Montano, la de la Misión y la de Padre Pío-Palmete. Una hora después saldrá Bellavista; a las 20.00 horas lo hará la agrupación parroquial de Pasión y Muerte de Triana y a las 20.45 saldrá desde el Patio de los Naranjos de la Catedral el Cristo de la Corona.

En Heliópolis se pone en la calle la decana de las vísperas, la claretiana hermandad de la Misión, que aunque es todo un clásico del Viernes de Dolores ya ha puesto sus ojos en la nómina oficial. La Misión quiere el Martes Santo, pero no presionará al Consejo para abandonar la jornada, mientras tanto, mantendrá su coqueto itinerario por entre las casas bajas de su barrio a los sones de las Cigarreras. A la misma hora pero en distinto punto cardinal, el misterio del Señor de Nazaret y la Virgen del Amor tomarán las calles de Pino Montano. Aunque remoto, en la barriada norteña también se plantean algún día abandonar las vísperas y hacer estación de penitencia a la Catedral. De nuevo a las seis sale la hermandad de Padre Pío, que cruzará la SE-30 para hacer estación de penitencia, un año más, en la parroquia de los Dolores del Cerro del Águila.

Una hora después será el turno de otro suburbio, el de Bellavista, cuya hermandad se ha convertido en un referente tanto en su barrio como en las propias vísperas. Pese a cambiar buena parte de su recorrido por la influencia de los badenes instalados en sus calles, el Señor de la Salud y Remedios y la Virgen del Dulce Nombre evangelizarán, una vez más, el extremo sur de la ciudad.

Pero no por ser vísperas falta un toque austero el Viernes de Dolores. Triana huye de su estereotipo con la salida de Pasión y Muerte, portentoso crucificado de Arteaga que rinde visita a Santa Ana, mientras que el Centro se inunda del sabor decimonónico que aporta la cofradía del Cristo de la Corona.

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