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"Si hoy me cruzo con mi hija no la conozco, pero voy a recuperarla"

El padre absuelto de abusar sexualmente de la pequeña, de ocho años, pedirá la su custodia después de que una orden de alejamiento los haya tenido separados durante seis años.

el 07 dic 2009 / 20:17 h.

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"Yo ya no sé cómo es mi hija. La última vez que la vi fue en el juicio, de espaldas, y si hoy me cruzo con ella por la calle no la reconozco". Para Miguel Ángel, ésa es la peor parte de la batalla judicial que ha vivido durante los seis últimos años, desde que su ex mujer lo acusó de abusar sexualmente de su hija, que entonces tenía dos años. Le retiraron la custodia y le pusieron una orden de alejamiento que incluía la prohibición de hablar con la cría, que aún hoy sigue vigente.

Tras ser absuelto definitivamente por la Audiencia de Sevilla, que ratifica una sentencia del juzgado que alegaba que los síntomas de la niña, que tenía enrojecidos los genitales, era porque tenía lombrices y se rascaba ante el picor que sufría, Miguel Ángel tiene claros los pasos a seguir: primero, que le quiten la orden de alejamiento.

Segundo, lograr la custodia de su hija, que ahora tiene ocho años, y que conozca a los dos hermanos que ha tenido de su nueva relación, un niño de cuatro años y una niña de 20 meses. Luego, denunciar a su ex mujer por acusarlo en falso.

Pero sabe que no será fácil, porque "¿cómo le digo yo ahora a mi hija que soy su padre después de tanto tiempo?". Sobre todo, porque asegura que en estos años su ex mujer la ha predispuesto en su contra.

Lo piensa porque él se llevaba "estupendamente" con su hija hasta que lo obligaron a dejar de verla, y sin embargo en el juicio por los supuestos abusos la chiquilla hablaba de él como "el hombre malo". "Imagínate lo que es eso", insiste Miguel Ángel.

Pero las consecuencias han ido más allá: tiene cáncer, depresión crónica, trató de suicidarse dos veces, sigue tratamiento psicológico, no duerme más de una hora seguida y no puede trabajar. Recibe 300 euros de pensión.

Su calvario comenzó hace seis años y aún hoy hace que se ponga a llorar cada vez que se acuerda. Su ex pareja, con la que se casó en 1997 y de quien se separó en 2001, lo dejaba ver a la niña según el régimen de visitas "pero estaba siempre reacia".

Luego empezó a notar que su ex mujer preguntaba a la pequeña cosas extrañas, como que por qué llegaba tan triste, cuando "la niña conmigo estaba tan contenta, y a la madre le decía que se quería venir conmigo", relata el padre.

Además, la propia niña llegó a comentar, delante de él y de su nueva pareja, que "mamá decía que papá la tocaba". Lo que no esperaba era que, tras llevarse a la niña en febrero de 2004, al devolvérsela a su madre ésta lo acusara de abusar de ella.

Los tribunales determinaron que la chiquilla tenía lombrices y se rascaba, lo que pudo producir las rojeces, y que no estaba acreditado ningún comportamiento ilícito del padre hacia ella.

Miguel Ángel exige ahora que su ex mujer responda por lo que le ha hecho: "Que se nos investigue a los dos con la misma dureza", ya que, según afirma, ella sabía que la acusación contra él era falsa.

"Pudo haber parado, al menos cuando el juzgado Penal me absolvió, podía haber reconocido que se había equivocado. Pero no lo hizo". No descarta pedir una indemnización millonaria.

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