Economía

«Si no se introduce la flexibilidad en la empresa, se pierde talento»

La consejera independiente de Indra, empresaria y exejecutiva de multinacionales considera que cada vez es más infrecuente la carrera de por vida en una misma firma debido a los cambios tecnológicos»

el 13 mar 2011 / 20:36 h.

La sevillana Isabel Aguilera ha visitado recientemente la capital hispalense para presentar su primer libro.

-Directiva de grandes multinacionales. ¿Se siente una gota en el océano?

-Por supuesto. El que no se considere una pequeña parte de un todo tiene un problema. Primero porque las cosas no saldrían adelante. Todos formamos parte de un entramado y lo importante es la pequeña contribución de cada uno, porque hacen falta muchas de muchos para hacer avanzar la sociedad y conseguir logros importantes, como tener mejor calidad de vida, sistema de salud... En definitiva, unos países que sean más avanzados.

-¿Es partidaria de la cuota femenina en los consejos de administración de las empresas?

-No exactamente. En este tema he ido pasando por casi todas las fases. Creo que, de alguna manera, hay que incentivar la incorporación paulatina de la mujer porque no se trata de alcanzar una situación de privilegio, sino de exigir el cumplimiento de los derechos que ya tenemos y, sinceramente, nadie cede privilegios por gusto. Pero dicho esto, un consejo de administración debería estar formado por un grupo de personas que pudieran contribuir en la medida de sus posibilidades en cada una de sus funciones. Los consejeros dominicales para defender los intereses de la inversión realizada y los independientes para defender a los minoristas. Habrá compañías que lo harán de antemano, como en la que tengo el orgullo de estar en su consejo. Tal vez porque es una multinacional, es más integrante de perfiles diversos y, además, de tecnología, que transparenta los méritos de cada profesional independientemente de su sexo. En otras, será como la ley del péndulo. Primero lo harán forzadas y, posiblemente, la nueva ley las empujará demasiado hacia el otro lado, pero al cabo del tiempo se conseguirá el equilibrio.

-¿Si las mujeres estuvieran en más puestos de decisión, la crisis hubiera sido igual?

-Es absurdo pensar en supuestos que no se han dado. Nos parecemos más a los hombres de lo que nos diferenciamos, por lo que no hay ninguna razón de peso para concluir que no estuviéramos en la misma situación, porque ésta ha sido una crisis financiera derivada de una serie de hechos, como la ambición que no tiene género, o la carencia de controles. Posiblemente hubiéramos llegado al mismo punto, pero sólo trabajando conjuntamente hombres y mujeres podemos sacar adelante a este país y al mundo.

-En las universidades las mujeres son mayoría. ¿Se reflejará en los consejos?

-En cualquier entorno en el que se ponen criterios objetivos y medibles, en el que se transparenta cómo se evalúa a cada uno de los individuos, la mujer tiende a tener igualdad de oportunidad. Destaca a veces y otras no logra los resultados que quiere, pero es un proceso justo. En la medida en que en la empresa logremos ser más meritocráticos, la mujer contará con más oportunidades. En los consejos de administración también pueden aumentar sus oportunidades.

-Su carrera está muy vinculada a la tecnología, ¿por qué?

-He estado en empresas muy diversas, pero hay un hilo conductor clarísimo, que es la innovación, el talento y la tecnología. Me he movido en diferentes aspectos de estas tres patas. La innovación, tanto desde el punto de vista de pura tecnología como del ladrillo, pero también empresas que están a caballo entre los dos. Además, hay otro componente importante en mi carrera y es el acercamiento a la diversidad cultural, porque las empresas en las que he estado se caracterizan por la multinacionalidad, lo que te enriquece mucho.

-¿Por qué tantos cambios?

-Eso es muy subjetivo. Se debe a que en los últimos 25 años en el sector de las tecnologías ha habido muchos cambios y la vida ha pasado más deprisa. La carrera para toda la vida es cada vez más infrecuente. La gestión de proyectos y la adecuación de los perfiles a cada momento es característico de nuestros días y yo he vivido con esa influencia exterior. España ha sido un destino que ha acogido muchos cambios, por lo que había más oportunidades en un sector que cambia deprisa.

-La flexibilidad laboral es uno de los temas que se está planteando para mejorar la competitividad y que aborda la reforma. ¿Qué opina?

-Creo que las medidas que se están adoptando van en la dirección adecuada pero hay que reforzarlas más. Un mercado laboral flexible facilitará el acceso a los que lo tienen más difícil, a los jóvenes o incluso a perfiles que no son ya nada jóvenes y todos son necesarios. Esa frescura y renovación del talento hace que la empresa sea joven permanentemente. Si no introducimos la flexibilidad y la evaluación objetiva de los perfiles, estamos perdiendo lo mejor del talento.

«Andalucía tiene los mimbres para competir»

-La sociedad española está cada vez más formada pero la inclusión laboral es también más complicada. ¿Cómo se lleva el talento al mercado?

-Hemos disfrutado de años de bonanza en el que tal vez hemos olvidado los valores que nos habían llevado allí. El espíritu de lucha que teníamos hace unos años, cuando queríamos ser europeos, universales, hizo que los disfrutáramos hasta tal punto que pensamos que estábamos en el fin, y ésta es una carrera que no lo tiene. El espíritu emprendedor debe estar en todas las generaciones. El ambiente general era que la juventud empezaba a disfrutar de lo fácil, de lo rápido.

-¿Cómo se ve Andalucía desde fuera?

-En Andalucía y España en general tenemos un ramillete de empresas que son buques insignia. Ejemplo de ello es Abengoa, que está en los sectores y en los países que tiene que estar. Tanto ella como las otras que llevan la españolidad por bandera, como Telefónica, ACS, Ferrovial, Indra o Iberdrola. A la sombra de ellas, el tejido pyme tiene más oportunidades que nunca. Andalucía tiene ventajas de cara al futuro, como la riqueza natural, materias primas y calidad de vida. Tiene los mimbres para competir.

-¿Ve factible un cambio de modelo en España mientras se recortan partidas en I+D?

-El cambio de modelo productivo es establecer unas bases de crecimiento futuro en lugar de sólo recoger los frutos en la actualidad. Si analizamos el contexto, que es global, tenemos que ver el mundo no sólo con el 10% que representan los países occidentales, ya que con las nuevas tecnologías el otro 90% empieza a intervenir. Tenemos que ver nuestras competencias. Tenemos sol, viento, pero no otras materias primas fundamentales y hay otros países que competirán con esas armas. No somos ricos en mano de obra tampoco, así que sólo podemos competir en formación, tecnología y lo relacionado con el talento.

  • 1