Bear Grylls, el protagonista del programa de Cuatro El último de superviviente, exagera y manipula su instinto de supervivencia. Este ex militar, famoso por sobrevivir en situaciones extremas, ha ganado miles de seguidores ahora decepcionados.
El programa de moda en televisión no trata ni de cotilleos, ni es un concurso millonario, ni siquiera un reality donde vemos convivir a un grupo de personas las 24 horas del día. Lo que realmente atrae a la gente es ver las peligrosas aventuras por medio mundo de un ex SAS o, para los no informados, Fuerzas especiales del aire (Special Air Service).
Bear Grylls es el encargado de hacer llegar a las casas este tipo de aventuras. El hecho de que fuera un ex miembro de las que se podrían decir que son las mejores fuerzas especiales del mundo es algo que atrae a la mayoría, cuando realmente sólo estuvo 36 meses en el cuerpo. Es más, de ese tiempo, 18 meses fueron de baja por una lesión.
Al ritmo que el programa ganaba adeptos y mucho dinero, se publicaba un vídeo en internet que mostraba algunas peculiaridades. Bear Grylls se acercaba en esta ocasión al volcán Kilahuea y encontraba una gran grieta en el suelo, la cual tendría que sortear por un estrecho camino supuestamente inestable si quería proseguir su aventura. En el vídeo, que demuestra que la situación vivida por Bear Grylls es irreal, se advierte que el superviviente no está forzado a caminar por dicho paso; de hecho, a pocos metros la grieta se cierra, dando lugar a un paisaje completamente llano. Además, los parajes desolados y alejados de la civilización por su peligrosidad quedan en entredicho con el vídeo, que muestra cómo hay un gran número de coches alrededor de la zona.
Aunque el vídeo es de agosto de 2007, la llegada del programa a España con una gran repercusión ha hecho que este tipo de vídeos, que intentan desmontar la idea, se hagan famosos. Casi dos millones de personas ya lo han visto. El espíritu aventurero que rodea la producción de El último superviviente chocaba con la denuncia del Proyecto Gran Simio, que exigía el pasado mes de junio la retirada del programa por atentar contra la supervivencia de las especies. Esta asociación ya aseguraba que la idea principal de sobrevivir sin recibir ayuda es totalmente falsa, remarcando que no era necesario matar animales de forma engañosa. La gran mentira no caía en saco roto si salvaba a un niño perdido en un bosque de Utah, que, utilizando las técnicas de Bear Grylls, conseguía en junio que el equipo de rescate le encontrase.
Otros supervivientes de la televisión sí han vivido situaciones límite. Ed Wardle, director de reportajes de aventura de Channel 4 y colaborador de National Geographic, ha sido encontrado recientemente en el territorio del Yukón, en Canadá, en estado de inanición después de siete semanas perdido. El aventurero se encontraba de expedición dispuesto a pasar tres meses luchando contra la naturaleza con la única compañía de un fusil, una caña de pescar, un teléfono vía satélite, una cámara y un GPS.
