Bernat Soria aseguró en la primera sesión de control del Congreso de los Diputados que el Gobierno actuó "correctamente" tras la crisis provocada por la presencia en el mercado de una partida de aceite de girasol contaminado procedente de Ucrania, llevando a cabo unas medidas "acertadas, rigurosas y ágiles" que cuentan con el respaldo de la Unión Europea y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan). En respuesta a una pregunta formulada por el Grupo Parlamentario Popular, Soria destacó que España llevó a cabo "con cinco días de antelación" las mismas recomendaciones que la Comisión Europea trasladó a los países miembros el 30 de abril.
Soria señaló que estas medidas "fueron acordadas con el sector" con "un único objetivo" de proteger la salud de los ciudadanos. Gracias a esta colaboración, recordó el ministro, el aceite se puso a la venta con "las garantías de calidad y seguridad suficientes", "apenas" 72 horas después de la alerta alimentaria.
Soria también indicó que Aesan, órgano independiente de científicos, confirmó "esta mañana" (por ayer) la idoneidad de las medidas adoptadas pese a confirmar que "no existía riesgo agudo para la salud".
Por el contrario, la diputada popular Dolors Nadal calificó de "caótica y contradictoria" la respuesta de Sanidad. "La gestión ha sido desafortunada" y "ha tenido efectos demoledores en la confianza sobre el Sistema de Alerta Alimentaria", señaló.
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino, Elena Espinosa, aseguró que esta alerta, que ya "ha finalizado", no puede ser considerada una crisis e incidió en que la producción española no se ha visto afectada pues no ha tenido una repercusión "significativa" en los precios del productor.
Además avanzó que el Gobierno seguirá "de cerca" la evolución del mercado del aceite de girasol, así como el de oliva, por las interrelaciones de consumo entre ambos productos.
