Economía

Sumidos en el pesimismo

Un claro insuficiente. Es la nota que otorgan a la situación económica que atraviesa el país (4,1 puntos sobre 10) los españoles, quienes, además, se muestran mucho más pesimistas sobre las expectativas para los próximos meses. Apenas hay motivos para la confianza, según un sondeo.

el 15 sep 2009 / 08:22 h.

Un claro insuficiente. Es la nota que otorgan a la situación económica que atraviesa el país (4,1 puntos sobre 10) los españoles, quienes, además, se muestran mucho más pesimistas sobre las expectativas para los próximos meses. Apenas hay motivos para la confianza, según se extrae de un sondeo elaborado por Sigma Dos.

El suspenso con el que los ciudadanos califican la situación económica, no hace sino reflejar el pesimismo que se ha instalado en los últimos meses, como constata el Índice de Expectativa Económica, que recoge las opiniones de expertos económicos, empresarios y población en general, y que ha caído hasta los 54 puntos negativos (en una horquilla que va desde los 100 puntos negativos hasta los 100 en positivo), su peor registro desde que comenzó a elaborarse en 2003.

Los españoles dan 47 puntos negativos al índice de expectativas, y al ser consultados sobre sus previsiones de gasto, sólo el 3,7% reconoce su intención de comprar una vivienda, y un 6,7% manifiesta su interés por comprar un coche. En el primer punto, el del ladrillo, el descenso de las ventas ha sido más acusado ante el compás de espera de los potenciales clientes, que prefieren aguardar un tiempo en previsión de que los precios continúen a la baja. En el segundo caso, la automoción, se ha convertido en la primera víctima del freno en el consumo. Según los últimos datos de la patronal Faconauto, el mercado sigue sin levantar cabeza, ya que en los quince primeros días de este mes las matriculaciones de turismos y todoterrenos registraron una caída del 23%, situándose en 52.200 unidades.

Pero siguiendo con la encuesta, al igual que los empresarios, los ciudadanos tienen peores expectativas en el conjunto de la economía (-61 puntos) que en la suya propia, a la que otorgan 34 puntos negativos.

Los malos augurios sobre los tipos de interés, el empleo y el PIB configuran la base de las expectativas pesimistas de los ciudadanos sobre el futuro de la economía del país. No es de extrañar, cuando el índice que fija las hipotecas, el Euríbor, cerró junio en su máximo histórico, al 5,361% y el desempleo no deja de crecer.

En cuanto a la economía doméstica, la percepción desfavorable se apoya sobre todo en la capacidad de ahorro, que los ciudadanos consideran se verá mermada en los próximos meses. Las previsiones de gasto se reducen, en consonancia, con cinco puntos en una escala del 1 al 10.

Los ciudadanos cuentan con que tendrán que incrementar sus gastos en agua, luz, gas, combustibles, comunicaciones, alimentos y bebidas, y prevén reducir los destinados a ocio, viajes, hostelería, mobiliario y equipamiento del hogar, salud y educación. En este punto, la inflación se mantuvo el último mes en el 5%, la más elevada en los últimos trece años y podría no frenarse si el precio del petróleo -que se ha duplicado en el último año- sigue escalando posiciones.

Los empresarios le dan a la situación económica actual sólo 4 puntos, aunque son los menos pesimistas en cuanto a perspectivas de futuro. Confían menos en las expectativas macroeconómicas que en lo que se refiere a su propia empresa, debido sobre todo a su mala percepción sobre la evolución del empleo, el PIB y los tipos de interés. Por contra, los expertos en economía le dan 4,3 puntos a la situación actual y creen que las empresas tendrán peor evolución por el impacto negativo que sufrirán en los beneficios, en ventas y en empleo.

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