Susana Díaz sopesa liderar el PSOE sin dejar la presidencia de la Junta

Los socialistas miran a la lideresa andaluza como la tabla de salvación del partido tras la marcha de Rubalcaba y le piden que dé un paso al frente mientras que en su entorno directo se suceden las especulaciones sobre qué decisión tomará.

SUSANA DÍAZ CELeBRA RESULTADOS PSOE EN ANDALUCÍA La secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, la noche de las elecciones europeas en San Vicente. / Julio Muñoz (EFE) Estar en la piel de Susana Díaz no tiene que ser fácil. La presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE andaluz sopesa qué hacer con su futuro político inmediato mientras que se suceden las presiones para que dé un paso al frente y opte a la secretaría general tras la marcha de Alfredo Pérez Rubalcaba. Qué hará es una pregunta que a última hora de ayer seguía sin respuesta. Su círculo más cercano coincidía en una respuesta: solo ella lo sabe. Ayer no quiso despejarlo. Lo está sopesando, aseguran. Lo que sí dejan claro es que no habrá, al menos hasta 2015, anticipo electoral en Andalucía y que seguirá al frente de la presidencia de la Junta. Que pueda compatibilizar ese cargo institucional y el liderazgo nacional del PSOE es una posibilidad abierta. Rocambolesca, para algunos. Natural y perfectamente posible, para otros. Los tiempos no la acompañan, lleva solo ocho meses al frente de la Junta y del PSOE andaluz, pero pocos líderes políticos a su edad concitan el apoyo abrumador que ella tiene. El liderazgo nacional de Díaz es indiscutible. Ayer lo defendió el número dos del PSOE andaluz, Juan Cornejo. Ella, advirtió, es el «referente» nacional del partido y los resultados de las europeas no han hecho más que confirmarlo y reforzarlo. Si da un paso al frente o no está por ver pero que su influencia será o está siendo decisiva en el futuro del socialismo es indiscutible. Díaz recibió ayer por la mañana la llamada del secretario general del PSOE, Alfredo Perez Rubalcaba, que le comunicó sus planes y su apuesta por convocar un congreso federal extraordinario, según fuentes del entorno de la presidenta. Muchas voces atribuyen a Díaz el movimiento para que Rubalcaba anticipara el congreso extraordinario a las primarias para elegir candidato a la presidencia del Gobierno, que estaban inicialmente previstas para otoño. Los socialistas no quieren que Díaz aparezca como la que ha forzado en el último minuto a Rubalcaba tras sus pésimos resultados para dar un paso atrás y diluir las primarias, pero desde la ejecutiva andaluza son claros en el respaldo a que adelantar el congreso era la mejor opción. Si lo ha propiciado Díaz o si eran los planes de Rubalcaba y ella, como aseguran en su entorno, se limitó a darle su apoyo y respetar su propuesta de cambio de calendario no se sabe a ciencia cierta. Lo que sí se conoce sin duda es que el PSOE andaluz quería congreso extraordinario antes que primarias. «Esta dirección no tenía ya ni la autoridad para convocar unas primarias», aseguraron fuentes autorizadas de la ejecutiva  regional. Los socialistas andaluces piensan ya en clave de los próximos comicios, municipales y autonómicos, y aseguran que «lo urgente, lo importante, lo prioritario, era ordenar el partido», «había que actuar», defienden. Durante horas en la mañana de ayer también se especuló con la posibilidad de que Rubalcaba dimitiera de forma inmediata y se convocara una gestora que lideraría Díaz para pilotar la transición hasta el congreso federal de julio. Esta posibilidad de gestora, que era bien vista por algunos dirigentes del PSOE andaluz –especialmente por quienes no ven nada de claro que Díaz opte a la secretaria general y consideran que en este momento ese sería un paso en falso–, finalmente no contó con respaldo en Ferraz. Rubalcaba explicó después durante su comparecencia pública que ejercerá su liderazgo hasta el final. El PSOE andaluz ha sido el único que ha salvado los muebles en España. Hoy habrá ejecutiva regional para analizar los resultados electorales e inevitablemente la reunión se desarrollará en clave del futuro congreso federal, convocado para los días 19 y 20 de julio. Los socialistas en Andalucía han vuelto a ganar unas elecciones después de cinco años en los que el PP, en una serie histórica, había llegado a encadenar tres victorias sucesivas (municipales, generales y autonómicas). La caída del PSOE andaluz es importante. Ha perdido respecto a las últimas elecciones europeas de 2009 333.576 votos –ha caído13 puntos– y por vez primera en su historia se ha situado por debajo del millón de votantes. Son muy malos síntomas pero no son los que juzgan los resultados. El PSOE andaluz ha ganado sacando diez puntos de ventaja al PP; se ha situado, con el 35,15% de los votos, a casi doce puntos del resultado nacional de su partido y se ha colocado como el partido más votado en el 88% de los municipios andaluces. Todo, aseguran en el PSOE andaluz, gracias al relevo generacional abierto por José Antonio Griñán hace ocho meses y al «efecto Susana Díaz», un rostro nuevo, capaz de hacer subir a su partido en las urnas con todos los factores en contra. Los socialistas andaluces están convencidos de que eso, precisamente, es lo que necesitaba el PSOE desde hace mucho, un nuevo liderazgo, otro discurso. El PSOE andaluz repite que no solo tiene el principal gobierno de España sino también que representa entre un 25 y 30% de votos en el próximo congreso federal. Cuando todavía no hay nombres sobre la mesa, la federación de Susana Díaz ve imposible señalar a alguien o garantizar su apoyo a algún candidato, pero si adelanta que no ocurrirá como en el último congreso de Sevilla, en el que los socialistas andaluces acudieron divididos entre quienes apoyaban a Rubalcaba y los partidarios de Carmen Chacón. «Esto no se va a repetir», aseguran, convencidos de que el PSOE andaluz vive un momento de gran cohesión interna, sin fisuras entorno a la figura de Díaz y de que irán todos a una, con lo que su fuerza se multiplica. Prácticamente el aspirante que quiera ganar la secretaría general tendrá que contar con el apoyo del PSOE andaluz. «No hay división», insisten y se aferran a la foto de la noche electoral en San Vicente. Allí estuvieron Manuel Chaves, Luis Pizarro, José Antonio Griñán o Micaela Navarro junto a toda la ejecutiva y los líderes provinciales. Desde hace meses, prácticamente desde que accedió a la presidencia de la Junta en septiembre, Díaz contesta casi semanalmente sobre si va a dar el salto nacional. Siempre replica lo mismo, que su prioridad es Andalucía. En una entrevista con este periódico publicada el pasado abril insistió en eso: «Mi compromiso es con Andalucía. Lo llevo diciendo mucho tiempo. No lo entiendo. Llevo contestando esa pregunta desde el primer mes que accedí a la presidencia. Andalucía tiene una oportunidad en esta recuperación económica. Ese es mi reto. Voy a intentarlo». Lo que no se sabe es si cabe la posibilidad de que compatibilice Andalucía con el liderazgo nacional del PSOE, lo que supondría aquí buscar relevo en la secretaría general de Andalucía. De los resultados obtenidos por los socialistas en Andalucía, la dirección del partido resalta, en clave de municipales, que son la lista más votada en 661 de los 771 municipios y adelantan al PP en todas las provincias excepto Almería. El PSOE andaluz subraya el «crecimiento urbano» y su despegue en las ciudades medias y en los núcleos urbanos costeros de Cádiz, Málaga y Huelva, su tradicional talón de Aquiles. Han sobrepasado en votos al PP en Málaga y Sevilla capital. De las 29 ciudades andaluzas de más de 40.000 habitantes, los socialistas ganan en 18, algunas tan importantes como Jerez o Marbella. Ahora mismo el PP gobierna las ocho capitales y seis diputaciones y tras las europeas baraja dar el salto en tres capitales.

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