La selección española de balonmano está obligada a ganar a Bielorrusia, si no quiere quedarse con pie y medio fuera del Europeo, en un encuentro en el que el equipo nacional, tras la derrota ante Hungría, no podrá utilizar como banco de pruebas, tal y como esperaba inicialmente.
El inesperado tropiezo sufrido ante Hungría obligará al seleccionador nacional a cambiar su planes, en un choque, que en los planteamientos de Juan Carlos Pastor figuraba como el más idóneo para dar descanso a los hombres claves.
"La derrota ante Hungría me trastoca alguna situación de mañana, pero no significa que no vaya a haber ningún cambio. Algunas situaciones que tenía pensada, no las voy a hacer", señaló Pastor.
Pastor incide en la necesidad de recuperar la solidez defensiva, en recuperar la calma en ataque, y sobre todo, como apuntó el seleccionador, actuar con el "cuchillo entre los dientes".