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Tapia ya tiene a Mark y Caffa, pero Emana se hace el remolón

Antonio Tapia tendrá hoy en Montecastillo a todos los futbolistas con contrato en el Betis y aptos para competir. El último en llegar será Emana, que ayer alegó problemas de vuelo cuando el club lo llamó para preguntarle por qué no se había presentado junto a Mark González y Caffa, que sí están ya en Jerez. El camerunés va de lío en lío.

el 16 sep 2009 / 05:57 h.

Antonio Tapia tendrá hoy en Montecastillo a todos los futbolistas con contrato en el Betis y aptos para competir. El último en llegar será Emana, que ayer alegó problemas de vuelo cuando el club lo llamó para preguntarle por qué no se había presentado junto a Mark González y Caffa, que sí están ya en Jerez. El camerunés va de lío en lío.

Mark González y Caffa, que han disfrutado de una semana más de vacaciones, llegaron ayer por la tarde a Sevilla y desde allí se marcharon a Montecastillo junto al delegado, Víctor Antequera. Emana también estaba citado, pero no se personó. La dirección deportiva contactó con él para preguntarle el motivo del retraso y el camerunés alegó problemas de vuelo, o esa es la versión oficial expuesta por la entidad, pero la respuesta no ha sonado nada convincente en Heliópolis porque el camerunés ya llevaba varios días avisando de que sus vacaciones terminaban hoy, no ayer. Mientras se resuelve esta polémica, Emana sí estará hoy en Jerez y Antonio Tapia tendrá por fin a sus órdenes a todos los futbolistas en condiciones de competir. Faltan Mehmet Aurelio y Dani, lesionados.

Las cuentas están claras. El martes, 29 jugadores viajaron a Jerez. Sólo se ha ido Oliveira. Si se añade a Mark, Caffa, Emana y los lesionados, el total es de 33, pero cinco son del filial, así que quedan 28 con ficha profesional. Por tanto, el Betis sólo está obligado a realizar tres descartes de aquí al 31 de agosto, aunque lo normal es que salgan más. El Xerez, por ejemplo, piensa solicitar al club varias cesiones: se habla de Rivas, Xisco y Óscar López. Incluso podría darse la posibilidad de que ya no se vaya ningún peso pesado más, aunque esa opción, a priori, parece difícil.

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