Juan Antonio Portillo, presidente del club El Gallo y Joaquín Rodríguez.
El deporte rey de las dos ruedas ha sido el protagonista este fin de semana en Morón. Tanto niños como mayores sacaron sus resplandecientes bicicletas para realizar diferentes actividades en varios escenarios de la localidad. Todo es poco para «estimular un comportamiento ciudadano compatible con el desarrollo urbano sostenible y sensibilizar la concienciación ciudadana sobre los diferentes usos de los modos de transporte alternativos al coche», señala Joaquín Rodríguez, policía local y coordinador de movilidad en el municipio. El viernes bien temprano el centro histórico era invadido por unos pequeños que, con sus bicis, llegaban pedaleando desde sus centros escolares para vivir una jornada en torno al deporte y la alimentación saludable. Tras la breve ruta, era la hora de reponer fuerzas antes de continuar una visita guiada por las calles moronenses. De esta manera, comenzaba la I Feria de la Bicicleta organizada por la delegación de Deportes y Movilidady el Club Ciclista el Gallo, con motivo del Día Mundial de la Bicicleta celebrado el 19 de abril. Unas actividades que continuaban por la tarde con un circuito improvisado donde, desde pequeños hasta mayores, podían realizar malabares con sus ruedas.
Los más pequeños disfrutaron de esta iniciativa saludable que llenó de bicicletas las calles de Morón. / María Montiel
Coordinando las actividades se encontraba el presidente del club ciclista, Juan Antonio Portillo quien reflejaba su orgullo por el éxito de participantes en el inicio de la feria.
De hecho, contaba cómo tras la visita de la mañana, los alumnos del IES Carrillo Salcedo se habían retado con sus profesores a una carrera contrarreloj de vuelta al centro. Algo que «nos enorgullece puesto que de esta manera vemos cómo los jóvenes se ilusionan con este deporte».
Sin embargo, eran los más pequeñines con sus bicicletas de cuatro ruedas los que más sonrisas despertaban a su paso por la pista infantil de tráfico en la bici-quedada. Aunque su maña aún es limitada, su esfuerzo compensa la falta de habilidad. Sus padres no les perdían ojo a su paseo por la Plaza de Toros, aunque aplaudían la iniciativa. El sábado por la mañana llegaba el turno de observar cómo respondería la ciudadanía ante un posible aumento del carril destinado a la circulación con bicicleta.
Para ello, se programaron diferentes rutas por una zona peatonalizada expresamente para el evento y así «observar cómo se comportarían los vehículos, los comercios y los deportistas ante este nuevo trazado», reseñó Rodríguez.
De esta manera, este medio de transporte sano y ecológico invadía las calles y plazas para hacerse visible entre los comercios. Era por la noche cuando la luna envolvía a unas setenta personas que vivieron un paseo nocturno por la ciudad en homenaje al gran emblema de Morón, su gallo, muy presente en este club ciclista que lleva su nombre.
Para terminar nada mejor que un una ruta campestre hasta el Parque Canillas, donde la Banda Municipal de Música esperaba a los visitantes para culminar la feria al son de sus letras. En el gran césped del parque, se pudo disfrutar de las risas de los deportistas y de la buena selección musical realizada por la Banda, que corría a cargo de Carros de Fuego o la banda sonora de Rocky.
Aunque esta fiesta ha sido la primera piedra en el fomento de la movilidad sostenible, el objetivo de los organizadores es que cada año se organicen unas jornadas, explica Juan Antonio Portillo, para reclamar el uso de la bici como «medio de transporte de casa al trabajo y también como forma de recuperar el camino escolar entre los niños». En torno a mil vecinos pudieron disfrutar de un soleado fin de semana deportivo donde la bicicleta ha sido la gran protagonista de una fiesta que seguro continuará.
