Sucede en fútbol, no siempre pero sí muchas veces, que el equipo que mejor fútbol hace, que domina todas las facetas del juego y que produce un mayor número de ocasiones de gol, termina el encuentro sin conseguir la victoria. Al final, en este juego, porque el fútbol no es otra cosa, la única fórmula por la que se consigue un resultado positivo es el gol.
Jugar bien o mal queda solo para la crítica o para un número pequeño de espectadores que gustan más de la calidad que de los puntos, pero la masa, la afición mayoritaria, quiere victorias que dan puntos y sirven para alcanzar objetivos. El sábado ante el Espanyol el Sevilla fue mejor en todo, salvo en la resolución de las ocasiones que tuvo de gol ante el marco rival. Al final (0-0) y reparto de puntos y una nueva decepción tanto del equipo como de su entrenador.
El crédito en fútbol lo dan los puntos mucho antes que el juego. Marcelino debe saberlo y más ante un partido como el del próximo sábado donde el derbi tiene un peso específico enorme que está por encima de todo. Si el Betis-Sevilla no tenía ingredientes por sí mismo, la situación por la que pasa el Sevilla le da un plus de importancia mayor al encuentro.
Gran Betis. Ha vuelto el Betis, como la pasada temporada en Copa, a poner en graves dificultades a todo un FC Barcelona. Valiente en su planteamiento, convencido de su fútbol y con argumentos ofensivos que pusieron en graves aprietos a Valdés con 0-0 y hasta le marcaron dos goles, único equipo capaz de golear en el Camp Nou hasta la presente jornada. Perdiendo 2-0 siguieron con su fútbol de ataque y le igualaron a dos ante unos atónitos espectadores y no digamos jugadores que hasta perdieron en muchas fases del juego los nervios en cuanto a su juego y sólo encontraron el camino franco con la expulsión de Mario, que dio lugar a los goles decisivos de Alexis y Messi en un "extraño penalti" en el último cuarto de hora final. Magnífico partido del Betis ante el todopoderoso ganador de todo. Un plus más, añadido a los enormes alicientes que tiene el derbi del sábado en el Benito Villamarín.
El juego del equipo de Mel, valiente hasta el extremo en cuanto ataque, es un argumento de peso que dará emoción a un encuentro que la tiene siempre de entrada pero las circunstancias de los dos equipos y el acercamiento en puntos ponen el listón del derbi en todo lo alto.
