El presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Francisco Toscano, ha salido airoso del órdago que planteó la semana pasada a su partido, el PSOE, y finalmente no dimitirá tras haber recibido ayer el apoyo de toda la federación. El alcalde de Dos Hermanas amagó con marcharse después de que los regidores socialistas no respetaran el acuerdo unánime que se cerró en la última comisión ejecutiva y, en vez de mantener su "insatisfacción" con las leyes locales -tal y como se pactó el día 19 en Antequera-, apoyaron sin fisuras en un comunicado el contenido de las normas municipalistas. Entonces Toscano consideró "incoherente" que sus compañeros cambiaran de discurso en sólo 24 horas y convocó una reunión extraordinaria de la FAMP para forzarles a que aclarasen su postura.
Esa reunión se celebró ayer y todos los miembros del organismo cerraron filas con su presidente. Toscano se ausentó del debate sobre su continuidad, pero incluso el PP -sólo asistió la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz- opinó que debía continuar en el cargo. Él decidió seguir después de que todos los regidores ratificaran por unanimidad las actas del encuentro de Antequera. Ese borrador reza que aunque la FAMP "reconoce el esfuerzo del Gobierno andaluz" por abordar unas leyes que serán pioneras en España, éstas "no recogen demandas fundamentales del municipalismo", por lo que los alcaldes muestran su "insatisfacción" con los textos.
Los regidores socialistas, por tanto, rectificaron ayer su postura y se sumaron al sentir mayoritario. Tras ese gesto, Toscano suavizó el discurso hacia sus compañeros del PSOE y lo endureció contra el PP. Justificó así el polémico comunicado que todos los alcaldes socialistas en la federación suscribieron excepto él: "Cuando hay una mala utilización partidista de lo que ocurrió [en referencia a la "manipulación" del PP de la reunión de Antequera] es lógico que de una manera apasionada se salga en defensa de las leyes y prevalezca el sentimiento de partido". Quitó hierro a las discrepancias internas en el PSOE por este asunto y dijo que es "normal" que existan "estas discusiones". "La FAMP sigue sin considerar satisfactorias las leyes locales, pero no hay que hacer dramatismo". "No somos tontos, a ningún alcalde le interesa rechazar unas leyes que nos dejarían en el limbo, pero una cosa no quita la otra: se puede reconocer que son pioneras y a la vez que hay que mejorarlas", añadió.
Aunque defendió que hay que "obviar los pulsos de poder", el alcalde nazareno hizo un "llamamiento" a los miembros de la FAMP para que en el futuro se "respeten" los acuerdos y el organismo se exprese siempre con una "voz única". También se aprobó una resolución en la que se hace un recorrido histórico sobre las leyes locales, se reconoce la iniciativa de la Junta, se apuntan las mejoras y se da vía libre al presidente de la FAMP para seguir trabajando como hasta ahora. El PP no la apoyó porque, según Muñoz, no estaba en el orden del día y era "contraria" al acta de Antequera. Los socialistas arremetieron contra el principal partido de la oposición por la ausencia de seis de sus miembros en una cita "tan importante" y por aislarse de la resolución. Para Toscano, esto demuestra que la alcaldesa de Marbella se mueve con "consignas previas".
cara y cruz. Es curioso que todos los partidos se mostraron "satisfechos" porque la reunión de la FAMP destapó un "montaje", pero cada uno señaló a un culpable distinto. Para el PSOE, el PP ha tratado de "mentir y manipular" al asegurar que el día 19 hubo rechazo a las leyes locales cuando lo que se puso de manifiesto fue la "insatisfacción". Finalmente "ha prevalecido la verdad", dijo el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, que confió en que el líder popular, Javier Arenas, "tenga la gallardía suficiente para pedir disculpas por ese intento de utilizar la FAMP para la confrontación con la Junta".
Esa versión la secundó con duras críticas a los populares el alcalde de Puerto Real (IU), José Antonio Barroso. "Ha habido una manipulación manifiesta por parte del PP porque Arenas, no quiere estas leyes", sostuvo el vicepresidente tercero de la FAMP. Pero precisamente el discurso de Barroso choca con el que mantiene desde el principio el coordinador de su partido, Diego Valderas. Ayer insistió -al igual que el PP- en que el presidente andaluz, José Antonio Griñán, ha querido "manipular" la reunión.
El PP volvió a exigir que se retiren las leyes locales porque a su juicio nacen viciadas, mientras que Toscano se mostró convencido de que el Parlamento será "sensible" a las reivindicaciones de los alcaldes.
