(FOTOGALERÍA) En el fútbol se pueden buscar muchas excusas, tantas como causas haya que encontrar para justificar lo que la mayoría de las veces es injustificable. Resulta que el Betis, más tarde o más temprano, iba a aparecer lastrado en Liga por esa competición europea tan exigente y que acaba por descentrar del verdadero objetivo que no es otro que hacerlo tan bien en la competición doméstica que permita volver a competir en ese torneo continental que tanto despista y lastra. Tan incomprensible como que el fin es llegar, pero no estar, porque el desgaste ante los poderosos Jablonecs, Rijekas y similares luego se paga indefectiblemente una tarde en Getafe. Aunque como sólo repitieron dos del jueves, entonces se hablará de Rubén y de la planificación, y de la falta de cordura de esos gestores cicateros que ponen el dinero en el concurso pero no en el campo.
Entre tanto Rubén o sin Rubén, con Rijeka o sin Rijeka, el Betis de Pepe Mel soltó un partido calamitoso en el Coliseum Alfonso Pérez, con una desconexión grave de las exigencias mínimas que se le suponen a un equipo de Primera división. Huérfano de intensidad, de esfuerzo, de deseo, se dejó llevar como en una ensoñación de una tarde de otoño, y así fue vapuleado sin esfuerzo en media hora por un Getafe que ni entre sus mejores deseos sobre lo que se iba a cocinar a partir de las 19 ho
ras sobre la hierba estaba la complicidad de un rival con pedigrí europeo y solo dos puntos más que los ocupantes de la zona de descenso. Pero falta Rubén y de la planificación ni hablamos...
Carne de cristiano fue el Betis mientras un León, de nombre Pedro, se merendaba a la entregada víctima del sacrificio. No fue el día de Sara. No fue el día de nadie. Desde el primero al último. Retrasó el comienzo del fin con un par de paradas de mérito antes de colaborar con la destreza del extremo murciano, que pegó una falta desde casi el centro del campo, algo escorada a la derecha, donde presumió un centro y no un tiro y no tuvo el acierto de rectificar ese par de pasos hacia adelante que le impidieron tocar el balón que se coló en el minuto 15 de forma sorpresiva.
El Betis no salió con el golpe de su apatía, y seguía siendo superado en cualquier pequeña batalla en cualquier rincón del campo. Un mal despeje de Chica provocó poco después la internada franca por la izquierda de Adrián Colunga, que la puso en el segundo palo en la cabeza de Pedro León, que la colocaba de nuevo en la red. Pedro León no había hecho nunca hasta ahora un doblete en Primera, ni había anotado hasta ahora un tanto de cabeza. Siempre recordará esta tarde ante el Betis. Y el Betis. Y Pepe Mel. Parece que el parón se lo tomó el equipo verdiblanco una semana antes de lo que dictaba el calendario y antes de la media hora ya claudicaba su cuarta derrota en ocho partidos. Fue una de esas acciones que catalogan el estado de las cosas sobre la hierba. Borja, dueño y señor del centro del campo, ganaba el enésimo balón dividido, y golpeaba hacia arriba uno de esos balones que se arrojan sin mucha intención, pero que ante la parálisis de la defensa bética se convirtió por arte de birlibirloque en un pase para que Colunga, sin más, se plantase solo ante el desconcertado Sara, al que el delantero azulón picó el balón para poner antes de la media hora el 3-0 en el marcador y sentenciar el partido.
Cedrick fue titular en Croacia, allí fue el mejor, de lo único salvable en un partido triste del Betis. Ayer fue suplente, será por aquello de las rotaciones, sin las que parece insoportable la vida del Betis a comienzos de octubre. Muy cansado no se le observó al congoleño, de largo el mejor, llamativamente el mejor porque tuvo la actitud y las ganas de competir que se echó en falta en el resto de sus compañeros, que se subieron al carro de la vergüenza torera.
Desde Cedrick y sus asociaciones el Betis por fin se decidió a competir, ya con el partido perdido. Rafa introdujo el balón en su portería y dio sentido al esfuerzo del congoleño. Los verdiblancos tuvieron más presencia en llegadas que ocasiones claras, ante un Getafe, sin el lesionado Pedro León, aculado pero que pudo ampliar la renta aprovechando los espacios que dejaba el rival. Todo eso ya no tenía trascendencia, porque lo trascendente quedó inmortalizado en los primeros 45 ominosos minutos de una tarde injustificable en Getafe.
FICHA TECNICA GETAFE: Moyá; Arroyo, Rafa, Alexis (Lopo, min.79), Roberto Lago; Borja, Mosquera; Pedro León (Gavilan, min.34), Sarabia, Diego Castro y Colunga (Ciprian, min.70).
BETIS: Sara; Chica, Paulao, Amaya, Nacho; Xavi Torres (Cedric, min.46), Matilla; Juanfran (Vadillo, min.46), Verdú (Chuli, min.74), Nosa y Molina.
GOLES: 1-0, m.16: Pedro León. 2-0, m. 22: Pedro León. 3-0, m.27: Colunga. 3-1, m.51: Rafa, en propia puerta.
ARBITRO: Alvarez Izquierdo (C. Catalán). Amonestó a Rafa (min.42), Arroyo (min.45), Alexis (min.74) por el Getafe; y a Xavi Torres (min.31), Cedric (min.78) y Nosa (min.90) por el Betis.
ESTADIO: Octava jornada de la Liga BBVA. Coliseum Alfonso Pérez de Getafe. Unos 8.000 espectadores, de ellos unos 600 aficionados béticos.
Getafe 3 Betis 1 por acosart
