Economía

Tres de cada cuatro andaluces creen mejor el campo para vivir

Cambio radical en la percepción del medio rural. El agricultor, más valorado, según el Agrobarómetro

el 07 feb 2010 / 21:12 h.

Campo y medio ambiente en peligro por el avance de la urbe.

Tan sólo una cuarta parte de los andaluces cree todavía que en las ciudades se vive mejor que en los pueblos, cerca del campo. Un lustro antes, tal porción era superior, lo que revela un salto cualitativo en la percepción que la sociedad posee del medio rural y de las labores que en él se desarrollan, con las agroganaderas como principal motor. De hecho, la de agricultor ya no es la última profesión en lo que al prestigio social se refiere, sino que ha cedido este puesto de cola a la de albañil.

Son dos de las conclusiones del Agrobarómetro correspondiente a 2009, encuesta realizada por el IESA-CSIC (Instituto de Estudios Sociales Avanzados ) por encargo de la Consejería de Agricultura y Pesca, y que sondea la opinión de los andaluces (1.200 entrevistas) respecto al medio rural y la agricultura.

Urbe versus agro. En concreto, el 75% de los encuestados manifestó que la gente vive mejor en los pueblos que en las ciudades, frente al 18,3% que comentó su preferencia por estas últimas. Hace cinco años, los porcentajes eran del 54,2% y el 35,4%, respectivamente. Es decir, que el peso de la urbe en esa pregunta específica ha caído a la mitad en un quinquenio. Se trata, comenta el IESA-CSIC, de una "percepción general" que muestra un optimismo en el futuro de los pueblos y, además, tiene su máxima expresión en la predilección que dice mostrar la mayoría de los andaluces por que sus hijos se críen en el entorno rural.

Más de la mitad (51,2%) de los participantes en ese estudio manifestó que la agricultura es aún "el motor de desarrollo" para Andalucía, mientras que el 43% pronunció un sonoro no. Es significativo el primer porcentaje, puesto que cinco años atrás era inferior: el 43,8%. Por tanto, crecen las opiniones favorables a la contribución de la labor agrícola y ganadera al conjunto de la economía de la comunidad.

Prestigio social. La encuesta incluye ocho profesiones que los entrevistados han de valorar en función de su "prestigio social". Se incluyen médico, ingeniero, maestro, abogado, comerciante, empleado de la banca, agricultor y albañil. Y éste era su orden para el Agrobarómetro de 2009, mientras que en el de 2008 el agricultor era el último. Al comparar con 2004, el agricultor se situaba a mitad de la escala por delante del comerciante y del empleado de banca y por detrás del albañil.

Indudablemente, la crisis económica, que ha afectado de lleno a la construcción, el sector donde más ha aumentado el desempleo, ha afectado a la percepción de los ciudadanos respecto a las diversas profesiones y a la caída en picado del prestigio social de la de albañil.

¿Mejor o peor? ¿Y vive el agricultor andaluz ahora mejor que hace diez años? El 47,4% considera que sí (algo o mucho mejor), frente al 36,3% del no (algo o mucho peor). Nuestra agricultura, ¿está preparada para el futuro? El 42,4% opina que sí, y el 36,4%, que no.

Al hablar de las subvenciones, el 20,3% manifiesta que los agricultores de la región podrían ser competitivos si se eliminaran, tres veces menos que quienes alegan que no (60,2%). Por tanto, opinan mayoritariamente que es un sector con proyecciones, aunque no puede prescindir del dinero de las arcas públicas.

Subvenciones. El Agrobarómetro dedica especial atención a si los ciudadanos están dispuestos a seguir financiando, de sus bolsillos, la agricultura vía ayudas públicas, cuestión de gran relevancia puesto que ya han comenzado los debates para reformar la Política Agraria Común (PAC) de cara al nuevo marco presupuestario para la Unión Europea (UE) 2014-2020.

En la encuesta de 2009, el 52% de los andaluces manifiesta que el campo debe estar protegido y recibir subvenciones. Pero se nota una gran diferencia respecto al sondeo de 2008, pues entonces el porcentaje subía al 76,5%. En cambio, casi se triplica (del 14,9% al 40,7%) el de quienes opinan que la agricultura debe estar protegida siempre y cuando ofrezca algún bien a la sociedad, y destacan como sus cinco principales funciones las de producir alimentos sanos y de calidad, crear puestos de trabajo, contribuir a la riqueza regional de Andalucía, producir alimentos abundantes y ayudar a la protección del medio ambiente.

¿Y qué opinan del dinero público destinado al campo? El 57,9% considera que es "insuficiente" y el 15,3%, "suficiente", frente al 3,8% que lo estima "excesivo". Hace cinco años, esos porcentajes eran, respectivamente, del 54,2%, 20,8% y 2,9%, siendo en ambos casos alta la porción de indecisos. Conclusión: debe seguir cobrando subvenciones. Y ahora viene la pregunta espinosa.

No más. ¿Estaría dispuesto a pagar más para proteger la agricultura? El 49,6% dice que "poco o nada dispuesto", el 28,4%, "algo dispuesto", y el 17,1%, "muy o bastante dispuesto". Los porcentajes para 2004 eran 44,8%, 30,1% y 20,8%. Duele el bolsillo.

La mayoría de los andaluces considera que los servicios médicos, los educativos, la vivienda, los servicios sociales y las actividades culturales y de ocio han mejorado en el medio rural en la última década. La mayoría (61,1%) identifica el medio rural con la agricultura.

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