Deportes

Tskitishvili y Tucker, reencuentro de dos grandes amigos en Teramo

El ala-pívot georgiano Nikoloz Tskitishvili, uno de los pilares del actual Alta Gesión Fuenlabrada, tuvo un primer contacto con la ACB en la segunda mitad de la temporada 2006/07, cuando vistió la camiseta del Caja San Fernando. Tras salir del club marchó a Italia y allí coincidió con Clay Tucker, el nuevo ídolo cajista.

el 16 sep 2009 / 01:20 h.

El ala-pívot georgiano Nikoloz Tskitishvili, uno de los pilares del actual Alta Gesión Fuenlabrada, tuvo un primer contacto con la ACB en la segunda mitad de la temporada 2006/07, cuando vistió la camiseta del Caja San Fernando. Tras salir del club marchó a Italia y allí coincidió con Clay Tucker, el nuevo ídolo cajista.

Skita, apodo que se le otorgó en su breve estancia en Sevilla, dejó un sabor agridulce en su periplo como cajista: llegó la víspera del día de Reyes cuando el equipo de Manel Comas empezaba a desinflarse (7o con un balance 9/7), y lo hizo con vitola de figura, no en vano había sido elegido con el número5 del draft de la NBA en 2002, jugando con los Nuggets, Warriors y Suns (subcampeón de la Conferencia Oeste en 2006) antes de aterrizar en un Caja al que ofreció un rendimiento algo irregular, lejos de las expectativas aunque con unos números decentes (6,7 puntos, 3,1 rebotes y un reseñable 55% en triples). El imparable desplome del equipo, que ya con Moncho López acabó 13o tras flirtear con el descenso, tampoco ayudó.

El caso es que la enésima limpieza en el plantel hizo que sólo permanecieran dos jugadores (Michal Ignerski y Antonio Bueno, quien por cierto también regresa a San Pablo con Fuenla) y Tskitishvili tomó rumbo a la Lega, de la que ya había sido campeón con la Benetton Treviso antes de su experiencia NBA. El georgiano firmó con el Basket Teramo, entonces patrocinado por la firma de ropa Siviglia Wear, cuyo nombre remite a la capital hispalense (Siviglia es Sevilla en italiano y el logo, un torero dando un capotazo, no puede ser más identificativo). Allí coincidió con el estadounidense Clay Tucker, con el que enseguida trabó una gran amistad a las órdenes de Massimo Bianchi.

El escolta de Ohio fue esa campaña 2007/08 la sensación de la Lega, hasta el punto de que era el máximo anotador con 21 puntos y 5,4 rebotes de media cuando a finales de enero fue seducido por los rublos del Khimki, mientras el georgiano se erigió en un perfecto complemento, con 10,7 puntos y 4,7 rebotes.

En la siguiente campaña, la actual, Skita firmó con los fuenlabreños por tres meses, pero su notable rendimiento (8,4 puntos y 4,3 rebotes) le valió para alargar el compromiso con el Alta Gestión hasta final de temporada. De hecho, el lunes jugó un magnífico partido contra el Real Madrid: 19 puntos con 4/7 en triples, anotación sólo superada en su debut, 21 ante el Barça. Tucker, tras su paso por Kiev, es el líder y sostén ofensivo del enrachado Cajasol (19,6 puntos de media en siete encuentros). Él nunca llegó a jugar en la NBA, pero eso no será óbice para dar un abrazo este sábado a su gran amigo Nikoloz.

  • 1