La delicada situación de Tussam y el silencio del Consorcio Metropolitano de Transportes, que aún no ha respondido a los requerimientos del Ayuntamiento, obliga al consejo de administración a adoptar medidas drásticas a corto plazo. Con esta base, la empresa volvió a debatir ayer la elaboración del plan de estabilidad que tiene como base el recorte de los servicios que se prestan en estos momentos, lo que podría provocar una reducción de las líneas gestionadas directamente por la empresa para que éstas sean asumidas por una sociedad adjudicataria y pasen a depender del Consorcio metropolitano, una reordenación de las líneas y el recorte de los gastos de personal. Las medidas deberán formalizarse en un plazo máximo de 15 días, ya que de ellas dependen en buena medida el plan de saneamiento municipal que debe incluir las transferencias que recibirá Tussam en los próximos tres años. La dirección incidió ayer en que en el escenario actual no se pueden mantener los servicios que se prestan.
La empresa mantuvo ayer su propuesta inicial, consistente en externalizar once líneas: las seis nocturnas, la 5, la 36 y las B3, B4 y B5, además de establecer drásticos recortes de personal –sin que esto suponga despidos– como base para conseguir salvar a la empresa sin renunciar a su carácter público. Y se centró en escuchar las aportaciones de todos los consejeros. Sólo uno, IU, socio de gobierno, acudió a la cita con un documento elaborado con la postura de la federación. En este informe se abogaba por mantener el servicio público de todas las líneas, no realizar recortes en los títulos sociales, no reducir prestaciones en los barrios de la ciudad, mejorar la velocidad del recorrido con grúas y más carriles bus –una propuesta que comparte la mayoría del consejo de administración– y reclamar una vía de financiación a la Junta.
Los sindicatos, por su parte, representados por el secretario general de la sección sindical de CCOO, Miguel Pereira, plantearon en la misma reunión una serie de medidas para reducir costes y aumentar ingresos, como buscar nuevas unidades de negocio o incrementar los semáforos señalizados para los autobuses. Pero, al igual que IU, la respuesta seguía siendo la Junta, hasta el punto de que CCOO planteó que el consejo de administración realizase un requerimiento formal al Consorcio de Transportes para que entrase a participar en la empresa.
Éste es precisamente el gran obstáculo que tienen ya la mayor parte de los planes de Tussam y que obligan a buscar soluciones de emergencia con recorte de servicios prestados de forma pública. Las negociaciones con la Junta de Andalucía no avanzan desde hace meses. La Consejería de Obras Públicas está estudiando las propuestas del Ayuntamiento, pero busca una solución integral para todas las empresas de transportes de las áreas metropolitanas de la comunidad autónoma. La decisión es firme: Sevilla no será una excepción.
Y esto obliga a Tussam a hacer planes ya sin la Junta, con soluciones de emergencia. En 15 días habrá un plan definitivo.
