-¿Es una utopía una televisión pública que no esté al servicio del Gobierno de turno?
-Es una utopía desde el momento que en 1980 se consensuó un estatuto que en el fondo legalizaba una televisión dependiente del Gobierno, eso es legal y aún está vigente. Más tarde, las autonómicas copiaron ese modelo.
-¿TVE es la menos pública de Europa y la más politizada?
-TVE necesita gente que conozca bien el medio, que no se deje seducir por los políticos y no haga de la televisión un servicio público, sino que la ponga al servicio del público. Precisamente, la televisión alemana evitó esa dependencia estableciendo un canon, para prevenir su explotación por parte del Ejecutivo, como sucedió durante el nazismo.
-¿Es suficiente con el canon?
-En Alemania el canon se complementa con una publicidad controlada, y funciona. En España deberíamos tomar modelo, adecuándolo a nuestra idiosincrasia. Como le digo, en el país germano la publicidad está controlada: después de las ocho de la tarde y los fines de semana el telespectador no ve ni un anuncio en pantalla, y las películas se emiten sin cortes.
-¿Cree entonces acertada la decisión de TVE de no emitir publicidad?
-Creo que se ha hecho de una manera demasiado abrupta. Se dice que a los españoles no les gusta pagar un canon, pero la televisión gratis les cuesta mucho más porque se sufraga con los impuestos y, además, hay que tener en cuenta la publicidad machacona que se repite constantemente y que acaba seduciendo al telespectador. Sin embargo, la gente paga por ver fútbol en Canal +...
-¿Cree que una cadena pública tiene que atraer por igual a mayores y jóvenes, cultos y menos cultos?
-Hay que suprimir el modo de hacer televisión actual. ¡Mira quién baila! es un programa estupendo que han acabado echándolo a la privada, están desmantelando lo que TVE puede tener de atractiva. Mi tesis es que los políticos de los principales partidos quieren adormecer la televisión pública.
-Ssegún usted, tienen cabida todo tipo de programas en la pública.
-Siempre y cuando no se caiga en la chabacanería. Tienen cabida todo tipo de espacios, pero manteniendo bien alto el listón.
-¿Qué le parece que todas las cadenas ofrezcan el mismo tipo de programa a la misma hora?
-El director general de la cadena pública alemana ZDF dijo en los 70 que la meta de las televisiones comerciales era obtener beneficios y que sus programas sólo servían para vender publicidad. Es lo que ocurrió años más tarde en España, con la llegada de las privadas no aumentó la oferta por ese mismo motivo: por mucho que cambiemos de canal veremos españoles en el extranjero en todos y prepararemos varios platos a la vez.
-Desde la Transición, a su juicio, ¿cuál ha sido el mejor director general que ha tenido TVE?
-Para mí Pilar Miró fue una directora magnífica, por una cosa muy importante: ella sabía bien lo que era la televisión pública porque la conocía desde sus inicios en el Paseo de La Habana. Eso no le ha ocurrido a la mayoría de los otros directivos, que han sido nombrados por su carácter político. A Miró la eliminó el mismo partido que la nombró, porque la consideraba peligrosa, ya que ella no miraba el carné de los profesionales sino su conocimiento.
-¿Y qué le parece el nombramiento de Oliart, con 81 años, cuando TVE ha hecho un ERE en el que ha jubilado a los mayores de 52?
-Yo le tengo un gran respeto a Oliart porque me agrada que las personas no se jubilen mentalmente, pero han retirado a mucha gente válida y actualmente hay chicos nuevos sin experiencia que hacen los programas más antitelevisivos del mundo.
