Cofradías

Un año más de espera para la Exaltación

El sueño del retorno a Santa Catalina se pospone a 2017 debido a la minuciosidad de los trabajos de excavación que se realizan como parte del proyecto de restauración

el 11 mar 2015 / 12:00 h.

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Hermandad de la Exaltación. / Victoria Hidalgo Hermandad de la Exaltación. / Victoria Hidalgo La esperada fotografía del misterio de la hermandad de la Exaltación volviendo a salir desde una rehabilitada iglesia de Santa Catalina no será realidad hasta la Semana Santa de 2017. La minuciosidad con la que se están desarrollando los trabajos arqueológicos en el interior de la iglesia demorarán su reapertura hasta, al menos, el segundo semestre de 2016. Así lo cree su hermano mayor, José Manuel Marcos, para quien la incógnita que pesa sobre la duración de la intervención arqueológica –que está ofreciendo datos relevantes para conocer mejor la historia de la ciudad– hace imposible despejar por ahora una fecha cierta para la ansiada reapertura de Santa Catalina. Desde julio de 2014 se viene realizando la excavación del subsuelo como parte del proyecto de restauración del templo, clausurado al culto desde hace casi once años. El máximo responsable de la cofradía del Jueves Santo asegura que queda todavía un trabajo arqueológico importante que realizar en el interior de Santa Catalina. «El ritmo al que avanza la obra puede parecer engañoso si nos atenemos simplemente a lo que se aprecia por fuera. Actualmente los trabajos de excavación han alcanzado la cota -2 y como mínimo la idea del arquitecto es alcanzar los tres metros de profundidad, aunque todo dependerá de lo que establezcan la dirección facultativa de la obra y la propiedad». La intención es que los elementos que salgan a la luz gracias a esta excavación se conserven in situ, aunque de la importancia de los restos hallados dependerá que la zona excavada tenga o no carácter museístico. «Se trata de una obra de restauración, no de nueva planta, y en restauración nunca se sabe lo que se va a encontrar. Imagínate que aparezca una joya del románico o del mudéjar. Tampoco sería una cosa descartable.  Santa Catalina está ubicada en una zona que históricamente fue muralla. Cualquiera sabe lo que puede aparecer ahí», apunta el hermano mayor. La fecha de reapertura de Santa Catalina está condicionada pues a la conclusión de los trabajos arqueológicos, ya que a partir de entonces todavía habrá que abordar varias tareas para concluir su rehabilitación. «Será el momento de concluir la cimentación del edificio y abordar la terminación de todos los paramentos interiores, que ahora mismo se encuentran en ladrillo visto  y con las llagas limpias. Habrá que decidir si se quedan así o si, por el contrario, recubrimos las paredes de estuco». «También quedará por restaurar los altares de la nave principal, que ahora mismo se encuentran apuntalados», añade el hermano mayor. Instalaciones eléctricas y fontanería también serán objeto de renovación en esta última fase. «Es por todo ello por lo que, particularmente, creo que será imposible que las obras culminen dentro del primer semestre del año que viene», concluye José Manuel Marcos. Dejar a un lado los sentimientos. El próximo mes de junio se cumplirán 11 años del cierre de la iglesia de Santa Catalina. Aquel 3 de junio de 2004 la hermandad de la Exaltación inauguró un incierto periodo de exilio que ya va camino de convertirse en uno de los éxodos más largos de los últimos tiempos. «Vamos a cumplir 11 años sin salir de Santa Catalina, pero a estas alturas si son 12 poco va a importar. Lo importante es el tema histórico y dejar a los que vengan detrás este importante legado. Es obvio que queremos volver a nuestra casa, pero tanto en San Román como el mes y pico que pasamos en los Terceros nos sentimos muy bien acogidos».

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