El empresario exporta este modelo pues él mismo fue director de un Yago School en Inglaterra de 1994 a 1996. Y tiene claro cuál es el motor de la educación: el bilingüismo. "Se hablará inglés aquí", afirma, convencido de que, aunque estén en Sevilla, las clases se darán como si estuvieran en Reino Unido. Buena prueba de ello es que su directora es natural de Dublín. Junto al inglés, se brindará la posibilidad a los escolares de aprender francés, alemán y mandarín, que, en su opinión, es "la lengua del futuro".
La apertura será en septiembre, cuando los primeros 200 alumnos de infantil y primaria ocupen las aulas de la planta baja. Y de ahí irá creciendo progresivamente en los próximos seis años hasta culminar las obras y albergar a 1.200 estudiantes, que se podrán formar hasta bachillerato.
Pero no sólo en el idioma se centrará este nuevo colegio privado, que también le dará un valor añadido a la música y al deporte. Para ello, está rodeado de nombres de prestigio, como el ex seleccionador nacional de baloncesto y ex entrenador de Caja San Fernando y Real Madrid Javier Imbroda, que se encargará de formar a los profesores que se encarguen de la educación física. También contará con el componente de Siempre Así Rafael Almarcha, que será nombrado director de la escuela de música.
El proyecto tiene el beneplácito del Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta.Su alcalde, Manuel Benítez (PSOE), lo alabó porque no sólo recuperará un edificio insigne, sino que lo convertirá en "un referente de la formación".
La pregunta es, ¿qué cambiará de la antigua residencia de los Hermanos Maristas, adquirida en 1943 por el conde de Romanones? Pues, en la práctica, casi todo en la estructura. Lo único que no se tocará en la reforma es la pequeña capilla que hay en un rincón del área de recreo y que recuerda a los religiosos asesinados en un campo de refugiados de Zaire el 31 de octubre de 1996.
Del resto se cambiará todo.Se sustituirá el césped actual del patio por otro artificial, se remodelarán las pistas deportivas y se construirán en los próximos años un pabellón, una piscina climatizada, un salón de fitness y pistas de pádel. Ya en el interior, además de reformar las aulas, se recuperará el coro de la capilla de la entrada, se habilitarán laboratorios y habrá un estudio de grabación. "Hay que modernizar el edificio para ofrecer un modelo que no hay en Sevilla", insiste su promotor, que pese a la historia del edificio, defiende el carácter laico del colegio privado. Eso sí, con una salvedad: permitirá que se puedan formar y celebrar allí la primera comunión, como hacían los Hermanos Maristas.
