Economía

«Un empresario no debe escudarse en la falta de ayudas para no emprender»

Pedro Núñez Porras, gerente de Domonova, está abriendo, en plena crisis, nuevas líneas de negocio, una de ellas vinculada a un tema de candente actualidad: el Mundial de fútbol de Sudáfrica. La idea de montar televisores en 3D para ver los partidos está funcionando.

el 12 jun 2010 / 19:12 h.

-Su nuevo negocio de montaje de televisores de 3D en pubs y bares para ver el Mundial confirman que es emprendedor pero, ¿funciona?

-La idea surgió en una feria del sector en Ámsterdam. A nivel mundial, el 3D es lo último en tecnología de consumo doméstico en lo que audiovisual se refiere, después del plasma y del LED. Pensamos en llevar a cabo el negocio, sobre todo después de enterarnos que el canal equivalente a Digital+ en el Reino Unido ya había emitido de este modo partidos de la liga inglesa. Y pensamos... ¿y por qué no en España? Después supimos que Canal Plus lo iba a hacer aquí con el Mundial y vimos el negocio.

-¿Cómo han desarrollado el proyecto?

-Intentamos ponernos en contacto con los cuatro fabricantes más importantes para ver cómo lo iban a afrontar. Tres de ellos lo dirigirán al mercado doméstico y, en ese caso, las gafas necesarias son muy caras (entre 70 y 80 euros). Por eso, para ofrecerlo a los bares había que afrontarlo de otro modo. Vimos que LG sí llegó a un acuerdo para proporcionar la tele en 3D con gafas como las usadas para ver Avatar, aunque sólo la comercializaban en Inglaterra y conseguimos un contacto allí para que nos las proporcionaran. El 18 de mayo hicimos una demo en Groucho, un pub de Sevilla, con una corrida de la Feria de San Isidro, y comprobamos que iba perfecto. En dos semanas nos estamos moviendo para desplegar el negocio. Por ahora, tenemos dos contratos cerrados en Sevilla, uno en Cádiz y en Madrid. Otros están a la espera de ver cómo funciona para cerrarlo. Hay diez o doce pendientes en Madrid y otros tantos en Barcelona, Asturias, Cáceres o Marbella.

-Ésta es la novedad, pero la firma que regenta, Domonova, empezó a funcionar hace cuatro años. Cuénteme la historia.

-Arranca como empresa para dar soluciones tecnológicas al sector inmobiliario, que entonces estaba muy vivo. Empezamos por la parte más clásica de la domótica, gente particular que quería aplicarla en sus hogares. Hicimos algunos desarrollos en Sevilla y en otras zonas de Andalucía y en Madrid. Después nos propusimos entrar en promociones completas, pero justo cuando íbamos a firmar se produjo la caída del sector y se pararon las obras.

-¿Cómo superó este revés?

-Se nos abrió una ventana: proponer a la Administración Pública la introducción de la domótica en promociones de VPO.

-¿Y la otra línea de negocio?

-Seguimos con las dos. La domótica pura y dura para particulares (control de luces, persianas o fugas) la hemos complementado con la audiovisual. Ya ofrecemos las dos integradas.

-¿Y la VPO?

-El sector residencial particular que quiere tener domótica cuenta con un presupuesto normalmente alto, aunque no siempre es así. Pero es que estas aplicaciones no son sólo para megamillonarios. Hay quien tiene dinero y quiere gastarlo en controlarlo todo al detalle y en la VPO te vas al extremo contrario, con un coste lo más reducido posible, para que la gente que tiene un poder adquisitivo menor también pueda disfrutar de domótica. Ya hemos hablado con Emvisesa y recientemente se han adjudicado cuatro promociones con 500 VPO que la incorporan desde el punto de vista ecoeficiente y de seguridad. Si nos eligen a nosotros para llevar a cabo el proyecto seremos los primeros en hacerlo. Hay que acabar con la idea de que la domótica es para ricos.

-¿Tiene competencia?

-Hay empresas dedicadas al sector, pero asumen distintos roles. El instalador se dirige a nosotros. Asumimos la figura del integrador porque estudiamos los distintos sistemas y luego llevamos la ingeniería. Por encima están el fabricante y el distribuidor. Fabricantes hay algunos interesantes en el PTA de Málaga, porque la Costa del Sol ha tirado del negocio. En Sevilla se pueden contar con una mano y sobran dedos. En Madrid y Barcelona hay empresas buenas pero es difícil encontrarse con competencia, porque el mercado es mayor de la oferta que existe.

-¿La crisis le afecta?

-Todos los años hemos crecido y a buen ritmo.

-¿Qué le parecen los recortes en Innovación del Gobierno?

-Se va a notar en que todas las novedades van a ser extranjeras y eso que hay empresas en España que son muy buenas, pero si hay recortes, nos adelantarán de nuevo. A nosotros no nos afecta directamente porque trabajamos con lo que hay en el mercado. Pero prefiero que se fabrique aquí, por ejemplo en Málaga, porque si hay algún problema puedo hablar incluso con el diseñador del aparato, cosa que no se puede hacer con multinacionales.

-¿Esto afecta a los jóvenes que quieran emprender?

-Pienso que todo el que quiere puede y no le hacen falta ayudas de ningún tipo. Un empresario no puede escudarse en que no las recibe para no emprender, porque la idea tiene que ser rentable sin subvenciones. En Andalucía se ve una falta de empuje que tiene que ver con la cultura. Hay aversión al riesgo, algo que en los países anglosajones no pasa porque si una empresa no prospera, se ve como algo positivo y no como fracaso.

El perfil. Emprender es lo suyo y por eso después de acabar su carrera de ingeniero de Telecomunicaciones y trabajar en la actual Telefónica Soluciones y en Telvent, firma tecnológica de la compañía sevillana Abengoa, decidió montar su propia empresa junto a un socio. El balance de los cuatro años de andadura de Domonova son buenos, y eso a pesar de que el arranque y la idea -la instalación de soluciones domóticas en hogares- estuvo motivada por la buena situación que en 2006 vivía el sector inmobiliario y que posteriormente sufrió un fuerte batacazo, aunque su capacidad de reciclarse no da lugar a ninguna duda. Ahora está centrado en un nuevo proyecto que le ilusiona y que es completamente innovador: la instalación de televisores de 3D para ver el Mundial en pubs y bares.

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