Cofradías

Un mensaje de aliento

Francisco Javier Segura Márquez rehuyó en su alocución en la Trinidad ahondar en la crisis y sus víctimas para centrarse en estimular la acción de quienes "tienen que poner de su parte".

el 05 dic 2012 / 23:01 h.

Francisco Javier Segura, ayer durante su pregón de la Esperanza.

Era "un pregón más" en su dilitada trayectoria aunque "esperado porque es uno de los más importantes", pero había cierta expectación por escuchar a Francisco Javier Segura Márquez en un atril por primera vez desde su designación como pregonero de la Semana Santa de 2013, aunque él aseguró no estar más nervioso de lo habitual ni pesarle especialmente la responsabilidad. Ante la recién restaurada Virgen de la Esperanza Trinidad, Segura Márquez lanzó un mensaje de "esperanza de María, esperanza de Dios y esperanza de los hombres" en el que eludió "ahondar" en la herida de quienes están padeciendo los efectos de la crisis y centrarse más en "incentivar y alentar a los que están al otro lado y tienen que poner de su parte" para ayudar a los demás.

Quienes acudieron ayer a la basílica de María Auxiliadora a escucharle ya tuvieron la oportunidad de comenzar a poner ese algo de su parte. La hermandad de la Trinidad, encargada de organizar este año el XXVIII Pregón de la Esperanza -dedicado a las imágenes sevillanas de la Virgen bajo esta advocación-, llevó a cabo una iniciativa pionera y solidaria por la cual todos los asistentes debían pagar una entrada simbólica consistente en llevar un kilo de alimentos que la hermandad repartirá entre las familias necesitadas que son atendidas por su Bolsa de caridad y los comedores sociales de la ciudad. Una iniciativa que también tuvo su reflejo en el Pregón en el que Segura Márquez exaltó la figura del "portador de alimentos" presente en algunas imágenes de mundo cofrade sevillano.

En un texto en el que combinó la prosa y el verso, con estrofas de diversa métrica, el joven pregonero relató vivencias personales relacionadas con las seis Esperanzas sevillanas -la Trinidad, la Macarena, la Esperanza de Triana, la O, Virgen de Gracia y Esperanza y la Divina Enfermera-, a las que dedicó similar tiempo de manera equilibrada, con cierta atención especial, como es lógico, a la anfitriona de este año.

Lanzó un mensaje de "estímulo y aliento" tan necesario en estos tiempos díficiles sin dejarse arrastrar por el pesimismo y, más que ahondar en la crisis y sus víctimas, apeló al compromiso social mediante una sucesión de capítulos de contenido evangélico salpicado con experiencias propias. No había en sus palabras vocación de "crítica" sino de "estímulo y aliento".

Segura Márquez, hermano de Los Javieres, La Amargura y San José Obrero -entre las penitenciales- además de la Divina Pastora y Santa Marina, Rocío del Cerro, Nuestra Señora de Araceli y Nuestra Señora del Mar, fue elegido pregonero de la Esperanza antes de ser designado para el Pregón de Semana Santa y antes de su intervención, al ser preguntado por si el público de ayer podría asistir a un anticipo de su alocución del Domingo de Pasión, el joven pregonero reconoció que "todos los textos son hijos de mi creación" por lo que "el estilo puede ser parecido" pero subrayó que la "temática es muy diferente".

Segura Márquez fue presentado por el pregonero de las Glorias de este año que ya se termina, Lutgardo García Díaz. El acompañamiento musical tuvo especial protagonismo y estuvo a cargo de la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de la Oliva, de Salteras

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