La línea 1 del Metro estará totalmente automatizada. Ninguna persona venderá billetes y los conductores apenas tendrán que apretar un botón para ir de estación en estación. Cámaras, tarjetas sin contacto, sistemas inteligentes... sólo el de Bilbao y las últimas líneas madrileñas se igualan en tecnología.
La primera línea de Sevilla -Ciudad Expo-Olivar de Quintos- tiene que estar lista para el próximo otoño (si no se registran más retrasos), así que Ferrocarriles Andaluces (dependiente de la Junta) perfila ya los sistemas de telecomunicaciones, control y seguridad, los accesos, la electrificación y todo lo relacionado con sistemas e instalaciones. Un entramado tecnológico que hará que el Metro hispalense sea uno de los más autómatas.
Y es que al llegar a cualquiera de las 22 estaciones del Metro, usted no podrá dirigirse a la taquilla para que un dependiente le venda el billete, como pasa, por ejemplo, en las estaciones de Renfe. En el suburbano, tendrá que acercarse a la máquina expendedora para conseguirlo. Los títulos de viaje serán tarjetas con un chip, por lo que se validarán o cancelarán con sólo pasarlas delante de una pequeña pantalla. Lo que picar el bonobús pasó a la historia.
Pero la tecnología no sólo estará presente en los accesos. Los 17 trenes del Metro (cuatro de ellos actualmente circulan como tranvías) disponen de dos sistemas de seguridad, el de protección automática (ATP) y el de operación automática de conducción (ATO), que sólo están disponibles ya en el suburbano de Bilbao y en las nuevas líneas de Madrid. El primero controla la velocidad del tren y, el segundo, lo conduce automáticamente entre estación y estación.
Eso sí, la Junta avisa de que la puesta en marcha de toda esta tecnología es compleja. De ahí que se prevea un largo periodo de pruebas una vez que las obras hayan acabado. De hecho, la fecha de inauguración del 30 de septiembre parece descartada y ahora sólo se apunta que los sevillanos inaugurarán el Metro, tras años de espera, en otoño (que termina el 21 de diciembre).
La conducción . Con el sistema ATO los trenes irán prácticamente solos entre las estaciones. El conductor únicamente tendrá que arrancar. Eso sí, en los tramos interurbanos (en el puente de San Juan y el acueducto del Guadaíra, donde se puede alcanzar los 70 kilómetros por hora) los conductores tendrán que acelerar o frenar según la necesidad.
Si no lo hacen correctamente, la máquina les avisará y, si no reaccionan, tomará el control del tren. Este sistema de seguridad garantiza que el vehículo llegue a buen puerto incluso si el maquinista ha sufrido algún despiste o desmayo.
Además, el sistema ATO hace que el vehículo se pare en la posición adecuada en cada andén, clave para que funcionen correctamente las puertas de seguridad, instaladas en los andenes para evitar caídas a la vía, suicidios o intentos de homicidio. Metros como los de Londres (Jubilee Line), París y Hong Kong las tienen ya.
El balance . Desde Ciudad Expo hasta Guadaíra (tramos 0 y 1 de la primera línea del Metro) se ha implantado ya el 85% de estos sistemas tecnológicos, frente al 50% entre Guadaíra y Olivar de Quintos.
