Once jóvenes fueron detenidos ayer y un policía local resultó herido leve en el desalojo de un edificio de siete plantas situado en el número seis de la calle Elvira esquina con Joaquín Costa, cuyos propietarios habían denunciado hace un año su ocupación ilegal. Según el portavoz de la Policía local, el desalojo fue ordenado por el Juzgado de Instrucción número 8 de Granada y se hizo efectivo sobre las 6,30 horas, con la participación de una veintena de agentes y efectivos del cuerpo de Bomberos.
Para acceder al edificio, que tenía la entrada principal tapiada, los agentes usaron una escala mecánica con la que llegaron hasta la ventana del tercer piso del inmueble y pudieron entrar. Los okupas opusieron gran resistencia al desalojo, llegando a arrojar por las ventanas pintura roja y aceite para evitar sin éxito que los agentes entraran en el inmueble. Este edificio es conocido desde la llegada de los okupas como centro social ocupado La Indiskreta y en las últimas semanas ha estado prestando apoyo logístico, material y humano para el mantenimiento de la acampada de los ciudadanos indignados que forman parte del llamado Movimiento del 15-M.
En la operación de desalojo fueron arrestadas 11 personas, diez por ocupación ilegal y por incumplimiento de una orden judicial y el otro por agredir a un agente al que propinó una patada. La Policía local aseguró que durante el desalojo los okupas recibieron el apoyo de varios simpatizantes del 15-M, que acampan en la cercana plaza del Carmen y que se desplazaron hasta el lugar para protestar contra esta acción policial. Algunos de ellos se dirigieron hasta el edifico judicial de La Caleta para mostrar su descontento.
Los agentes tuvieron que practicar una "carga leve" contra los concentrados "por razones de orden público", ya que los jóvenes interrumpieron el tráfico en la zona a pesar de las "reiteradas" peticiones de la Policía para que se echaran a un lado a fin de que su protesta no perturbara el normal funcionamiento de la circulación. Los jóvenes se negaron y fueron dispersados por los agentes, sin que se registraran heridos. Acto seguido el grupo de indignados se trasladó a la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada para continuar con su protesta.
El grupo de indignados emitió ayer un comunicado para denunciar "la violencia" con la que actuó la Policía local para desalojar el edificio de okupas. Éstos, según el comunicado, les solicitaron "ayuda urgente" porque supuestamente "el uso de violencia los había desbordado".
Unas 30 personas se acercaron para apoyar a los desalojados de forma pacífica. En pocos minutos "se conformó un grupo de 80 personas que a través de pitos, pancartas, gritos y manos arriba hacían visible el desalojo y el uso desmesurado de la fuerza mientras un policía vestido de paisano realizaba fotografías identificando a los asistentes".
