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Un rincón con sabor a Marruecos en el corazón de Castilleja de la Cuesta

Inauguran un restaurante diseñado con materiales y obreros marroquíes.

el 16 oct 2010 / 18:45 h.

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Miloud Fakir a la entrada de su establecimiento.

Marruecos puede conquistar por su cultura, sus paisajes, su gente... y por supuesto, su gastronomía. En el número 103 de la calle Real, la principal de Castilleja de la Cuesta, un nuevo restaurante acaba de abrir sus puertas para trasladarnos a través de la vista y el gusto al país vecino: Al-Riad, que significa casa con patio o palacete.

Este restaurante no sólo está montado con materiales procedentes de Marruecos –incluidos ladrillos, yesería y azulejos– sino que también trabajaron en su creación albañiles llegados de aquel país. Inaugurado este fin de semana, asombra nada más cruzar el arco de herradura de la entrada.

Techos altos y una decoración cuidada hasta el último detalle. “Las lámparas están diseñadas por mí, las he visto hacer día tras día”, explica Miloud Fakir, el dueño del restaurante. No sólo las lámparas, sino también los espejos, muebles y la yesería de las paredes han sido diseñados y hechos a mano para este lugar. Los colores más exóticos se mezclan en las dos plantas de las que dispone el restaurante. Uno de los objetivos de Al-Riad es que los habitantes de Sevilla crucen el umbral de lo habitual.

“Quiero acercarles a la gastronomía marroquí y que prueben algo nuevo”, agrega este empresario, que confía en el cous-cous como su plato estrella, ya que refleja “la hospitalidad y la gastronomía de Marruecos”. Otra riqueza desconocida que quiere traer Al-Riad a la provincia son los vinos de Marruecos. Durante la primera semana de apertura, fue el que se más vendió.

Dos salas en la planta baja, otras dos en planta alta y un patio acogedor decorado por una fuente son los distintos espacios de los que dispone este restaurante para el disfrute de sus comensales. Las velas y la tenue luz, coloreada también por las cortinas rosas y doradas traídas igualmente de Marruecos, conforman un ambiente íntimo, ideal para los románticos. Un poco de espectáculo nunca viene mal mientras se come. Un día a la semana, habrá danza del vientre para que el viaje a Marruecos sea por completo.

De 12.00 a 17.00 y de 20.30 a 00.30 horas este establecimiento permanece abierto a todo aquel dispuesto a adentrarse en otra cultura y a su siempre deliciosa gastronomía.

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