El padre de la joven de 17 años que desapareció el pasado sábado de la calle Argantonio de la capital hispalense, Antonio del Castillo, dijo que un vecino escuchó "un grito" a la hora que Marta supuestamente regresaba a casa, sobre las 21.30 horas, si bien "no le dio importancia".
En declaraciones a los periodistas, el padre de la menor, en un visible estado de emoción, agradeció el apoyo que está recibiendo "de todo el mundo", desde los compañeros de colegio y profesores, a los vecinos, pasando por la Policía y los medios de comunicación.
En esta línea, Del Castillo manifestó que la Policía "no para" y que "está trabajando 48 horas al día" desde que recibieron la denuncia de la desaparición en la madrugada del domingo 25 de enero.
Tras tres días de intensa búsqueda, Antonio del Castillo reiteró el agradecimiento "al apoyo prestado" e informó de que la madre de Marta "está como si no estuviera, a base de caldo y pastillas".
La menor desaparecida, según su padre, no tenía problemas en casa ni en el barrio, donde "la conocía todo el mundo", porque "aunque no es muy buena estudiante es muy buena persona". Ante la posibilidad de que alguien haya dado alguna pista que ayude a localizar a Marta, Del Castillo indicó que recibe "muchas llamadas", pero "por el momento" ninguna sobre el lugar en el que está su hija. "En casa no falta ropa de ella ni dinero. Llevaba encima diez euros como mucho", sentenció.
Marta es una chica de 17 años de 165 centímetros de altura que llevaba puesto pantalón vaquero, un jersey blanco con mangas rosas y una cazadora de pana color negra durante la tarde del sábado, el último día que la familia y los amigos vieron a la joven.
Por el momento, el Cuerpo Nacional de Policía continúa con la investigación abierta para obtener pistas que ayuden a localizar a la menor. Ya han sido los familiares y amigos los que han declarado a la Policía cómo fue el último día en el que vieron a Marta, descartándose por parte de la familia que la menor tuviera algún problema personal en casa.
Familiares, amigos y conocidos han comenzado, tras rastrear numerosas calles de la capital hispalense, a empapelar la ciudad con la foto de Marta y a mandar correos electrónicos en el que se pide que se reenvíe el 'e-mail- a cualquier persona que pueda aportar algún tipo de información.
