Local

Un verano de mucho cuidado

Tarde, pero ha llegado. El verano ya ha desembarcado y lo ha hecho con más fuerza que nunca. Más grados en el termómetro y unos rayos solares más intensos. Protegerse de él y de otras dolencias propias de la época estival son fundamentales para disfrutar sin riesgos de estas vacaciones.

el 15 sep 2009 / 07:03 h.

TAGS:

Tarde, pero ha llegado. El verano ya ha desembarcado y lo ha hecho con más fuerza que nunca. Más grados en el termómetro y unos rayos solares más intensos. Protegerse de él y de otras dolencias propias de la época estival son fundamentales para disfrutar sin riesgos de estas vacaciones.

Calor, sol, diversión, playa y piscina. El verano ha llegado. La época del bikini y el bañador, los deportes al aire libre, las salidas, los chapuzones y baños abre un mundo de posibilidades que no están a nuestro alcance el resto del año.

Pero, ¡cuidado!, porque todas estas prácticas entrañan algunos peligros también propios de esta época. Proliferan las infecciones de oídos, los hongos, las quemaduras en la piel y es necesario llevar unos hábitos determinados para combatir las altas temperaturas que se alcanzan en el Sur.

A cubierto bajo el sol . El astro rey nos da vida, luz y calor. Pero también puede ocasionarnos quemaduras, reacciones alérgicas en la piel o irritación en los ojos. Casi un 75% de la población sufrirá alguna de estas dolencias.

"En pequeñas dosis, como todo, no es malo, pero si se abusa, puede causar verdaderos problemas". Así lo asegura el jefe de dermatología del Hospital Virgen del Rocío, Julián Sánchez Conejo-Mir, quien señala que a pesar de que en los últimos años la conciencia sobre los problemas que puede ocasionar el sol en la piel ha aumentado, "los casos de melanoma o cáncer de piel siguen aumentando cada año".

En los últimos 20 años se ha multiplicado por 10 este tipo de cáncer. Además, la proliferación de deportes al aire libre -sobre todo los de playa- hace que la población expuesta al sol sea ahora más amplia. Para protegerse, lo ideal, según señala este dermatólogo es un factor de protección del 20.

"Por debajo de ese factor apenas nos protegemos", asegura el doctor Francisco Camacho, del Hospital Virgen Macarena y, por supuesto, "no hay que usar bronceadores ni aceites porque no freímos". Con síntomas parecidos a las quemaduras se encuentran las reacciones alérgicas por efecto de medicamentos fotosensibles: zonas rojas, picores, hinchazón...

"Ahora se toman más antibióticos y fármacos y, por tanto, hay más casos de alergia solar", señala Sánchez Conejo-Mir, por eso es recomendable "leer el prospecto y preguntar al médico".

También la irritación de ojos, sufrida por un 25% de la población, es causada por la intensidad del astro rey. "El resultado son ojos llorosos y conjuntivitis", explica el doctor Pedro Vélez.

El uso de gafas de sol homologadas y "no mirar al sol directamente" es lo más eficaz para evitar la conjuntivitis, las pequeñas úlceras e, incluso, las cegueras parciales. En lo que coinciden todos los especialistas es que ante el sol "la mejor barrera es la física": la ropa, la sombra, las gorras para la cabeza y las gafas de sol.

Chapotear seguros . Está claro que lo mejor del verano para muchos es la playa o la piscina. Pero también en el agua hay que protegerse. Las otitis, infecciones en los ojos o los hongos por la humedad "suelen acompañar al bañista más descuidado". Así lo señala Serafín Sánchez, otorrinolaringólogo del Virgen Macarena.

Según indica este especialista, la clave para evitar la otitis es "secarse bien el oído con el pico de la toalla", aunque si se es propenso a esta enfermedad, porque ya se haya tenido o bien porque se tengan tubos de ventilación -pequeños orificios por los que entra más agua-, "lo mejor son los tapones para los oídos que venden en la farmacias", sentencia Sánchez.

n este caso, hay que tener también un cuidado especial con los niños "ya que son los que más tiempo pasan en el agua, y la piel de sus oídos está más blanda, con lo que cualquier arañazo puede provocar una infección".

Lo mismo ocurre con las infecciones en los ojos. "Los cloros en las piscinas y la suciedad de las playas provocan una gran cantidad de infecciones en los ojos", indica el doctor Miguel Sagristá, médico de familia del centro de salud de la Campana. La solución para ello son las gafas de bucear y no abrir los ojos bajo el agua.

Los síntomas que acompañan a estas infecciones -picores, escozor y rojeces- son similares a las que producen los hongos, que en verano proliferan en las zonas más sensibles del cuerpo: pies, axilas e ingles. "En nuestra piel hay una serie de pequeños hongos que florecen, como el resto de plantas, cuando hay humedad, por ello cuando permanecemos más tiempo en remojo éstos salen".

Así explica el dermatólogo Conejo-Mir por qué en verano los pies de atleta y los papilomas son dos de las patologías más sufridas por la población. "Los hongos pueden cogerse en vestuarios y piscinas mal higenizadas, pero la mayoría de ellos vienen de serie, con nosotros". Lo mejor para evitarlos es "secarse bien con la toalla para no proporcionar a estos hongos el microclima que necesitan para reproducirse".

Un verano a punto . En verano se pone fin a la rutina. Se sale más, se come fuera, cambian los horarios y se usan los aires acondicionados. Los ancianos y los niños son los grupos que más sufren con el calor. La norma básica para disfrutar de la época estival con seguridad es beber de 1,5 a 2 litros de agua diarios. Así se evitarán golpes de calor y cuadros de deshidratación.

Además de todos los consejos anteriores no se debe cambiar bruscamente la temperatura durante la digestión, asegurarse del buen estado de las bebidas y comidas para evitar gastroenteritis o salmonelosis y no mantener el aire acondicionado por debajo de los 21 grados. Todo ello, claro está, para disfrutar sin problemas de esta verano.

  • 1