El Betis disfrutará en un año de la mejor ciudad deportiva no de Europa, como en su día anunció con más pompa que argumentos Manuel Ruiz de Lopera, pero sí "dentro de las posibilidades" del club, según explicó ayer el presidente, Miguel Guillén. El proyecto ha sido ideado por el estudio Fábrica de Arquitectura, será ejecutado por la constructora onubense TR Construya, costará cerca de los 2,5 millones y afectará "lo menos posible" al trabajo del primer equipo, que estará fuera de la instalación "no más de cinco meses", según apuntó el vicepresidente, Pablo Gómez Falcón.
La presentación del proyecto sirvió para conocer en primer lugar un dato inédito hasta ahora: la ciudad deportiva ocupa 44.272 metros cuadrados. Cuando acabe la actual temporada, ese gran terreno estará casi irreconocible porque el Betis se ha propuesto someter la instalación a una auténtica operación de cirugía estética. Además de mejorar el césped de sus dos campos principales, el club verdiblanco edificará un edificio de doble acceso y levantará una nueva tribuna en la franja de 27 metros que separa el campo 1 del 2. Tendrá capacidad para 1.524 espectadores (17 discapacitados) y en su cubierta aparecerán las trece barras del escudo.
Lo más importante, sin embargo, no estará en la superficie. Bajo ese graderío, en el que también habrá un antepalco, un palco y cuatro cabinas de prensa, estarán la nueva sala de prensa, una sala polivalente (para ver vídeos de los rivales, por ejemplo), el Betis Lab, un almacén-farmacia, la sala de fisioterapia, el vestuario del primer equipo, una sala de botas y otra de líquidos, una sauna, bañeras de calor y frío y un gimnasio. Y por debajo del nivel de la calle, en la planta sótano, un aparcamiento de 1.710,50 metros cuadrados con capacidad para 68 coches y siete motocicletas.
En el edificio o cubo de acceso habrá dos cafeterías, una para el personal y otra para el público, y sobre todo una terraza de usos múltiples de 273,65 metros cuadrados con una cristalera que ofrecerá una panorámica del campo 1 e incluso del estadio Benito Villamarín. Este espacio, amplio y diáfano, será susceptible de ser aprovechado para organizar todo tipo de actos. La idea en general de este edificio es separar a los futbolistas del público: los jugadores accederán desde la puerta a la rampa del parking, mientras que los aficionados entrarán en la ciudad deportiva por otro espacio, adyacente y mucho más grande.
Entre el campo 1 y el muro que da a la avenida de Italia se instalará el campo de entrenamiento 1, con un circuito para sesiones físicas y otra zona para rondos. El campo 1, donde el filial jugará sus partidos oficiales, estará iluminado por cuatro torres. Ya la espalda del campo 2 estará el campo de entrenamiento 2, con una zona para el trabajo específico de los porteros, un campo de fútbol-sala y otro para otros deportes.
"Contaremos con una instalación a la altura de un Betis del siglo XXI", recalcó Guillén. "Seremos un equipo con ventaja respecto al resto cuando acaben las obras", añadió el vicepresidente, que detalló dos claves: "Potenciar el área médica, y de hecho habrá una unidad de rehabilitación para que los jugadores no salgan de la ciudad deportiva, y lo más importante, ayudar a la cantera. Esto es inversión en cantera", señaló.
El camino de la futura ciudad deportiva comenzó hace algo más de un año. La meta del Betis era encontrar un proyecto con la menor inversión posible. Sobre la marcha tuvo que hacer correcciones, porque lo que quería valía bastante más de 2,5 millones. Luego eligió entre quince constructoras. Salió elegida TR Construya, que en su web sólo se arroga dos instalaciones deportivas (el estadio Ciudad de Lepe y la piscina municipal de San Juan del Puerto) y que en Sevilla se ha encargado de la remodelación del Paseo de Roma, enfrente del Palacio de San Telmo. "El criterio es que tenga un compromiso absoluto con el Betis y que esta obra sea el trabajo más importante para ellos", sentenció Gómez Falcón. La obra, por cierto, será financiada a diez años vista, de modo que el Betis apenas pagará un cuarto de millón cada temporada.
