Las Brigadas Azules posan durante un partido del Écija. / Manuel Gómez La afición del Écija Balompié recibió un mensaje de esperanza cuando se cerró el proceso de compra-venta del paquete accionarial que controlaba el valenciano Eduardo Serrano Amorós, ahora en el Real Avilés, de Segunda División B. La entidad que actualmente preside Esteban Molina diseñó una campaña de captación de abonados con precios populares, una medida que significó la movilización de la fiel infantería astigitana. El órgano ejecutivo azulino informó el lunes que el período de inscripción de renovaciones o nuevas altas se clausuró con 1.234 fieles en la nómina de adeptos. Más información en la edición impresa de El Decano Deportivo.