Algo falla cuando el glamour en la gala inaugural de un festival de cine lo ponen los políticos. Y algo no va bien si a los alrededores del recinto que acoge dicha ceremonia -el Casino de la Exposición, en este caso- no se acerca ni un triste curioso para ver el desfile de supuestas celebrities. Y es que la alfombra roja -ya no es azul, como en ediciones anteriores- del certamen europeo también está en crisis -sólo se sirvió Agua de Sevilla-.
El paseíllo comenzó a las 20.30 horas. Los alrededores del Casino estaban blindados, como si de una cumbre de la OTAN se tratara. Sin embargo, nadie esperaba tras las vallas. Sólo rondaban un par de mujeres, que habían sorteado sin problemas el perímetro de seguridad: "Aquí no va a venir ni Dios. No sé por qué ponen esto como si fuera el muro de Berlín, si el año pasado trajeron a Colin Farrell y no vino nadie", comentaron María y Amparo, dos cinéfilas de la provincia que bajaron ayer a Sevilla porque habían escuchado que Antonio Banderas iba a asistir a la inauguración -algo que ni estaba previsto ni ocurrió-.
El desfile de estrellas europeas ante el photocall trascurrió según lo previsto: Ursula Antoniak, Marceline Loridan, Djamila Cochran, Jerzy Skolimwski, el guitarrista Gary Lucas, Vicente Aranda e Isabel Coixet, y la estrella de la noche, el cineasta Stephen Frears.
A Frears lo acompañaron en la foto oficial la delegada municipal de Cultura, Maribel Montaño, y el provincial del ramo, Bernardo Bueno. Sin discusión alguna, los más elegantes de la noche. Él, de pajarita. Ella, de largo con un llamativo traje azul. El alcalde, que debía haber estado también allí, llegó tarde y se perdió el posado.
"Creo que la gala está bastante bien. Frears está encantado", decía el director del festival, Javier Martín-Domínguez, que sobre la poca presencia ciudadana alegaba: "Aún es temprano. Esto empieza a las 21.30". A las 22.00 horas, los invitados pasaron al interior del Lope de Vega para asistir a la ceremonia. En los alrededores del Casino, sólo un grupo de jóvenes pasaba frente al dispositivo de Policía Local, botellón en mano, camino a Los Remedios. Preguntados sobre si sabían por qué tanto foco, uno dijo: "Creo que es la bienal de cine o una obra de flamenco. Algo así".
