En los próximos días se formalizarán los exigentes requisitos que el sector financiero, en especial las cajas de ahorros, tendrán que acreditar en términos de solvencia y de refuerzo de capital para no acabar nacionalizadas. En concreto, el Gobierno ha endurecido las condiciones de manera que obligará a las cajas a presentar un 10% de core capital, un nivel alto que no alcanzan muchas entidades hasta la fecha.
Es el caso de la entidad resultante de la unión de Caja España-Duero, que, según adelantó ayer Diario de León, ha entablado contactos con otras entidades, entre ellas la andaluza Unicaja, en busca de mejorar su core capital, esto es, su capital básico respecto a los activos ponderados por riesgo.
Aunque fuentes cercanas a la caja reconocieron los contactos, la entidad optó por mantener en su postura oficial que no hay conversaciones ante una posible alianza.
La entidad que preside Braulio Medel, que mantiene un core capital del 13,1%, calificó de "pura especulación" su posible unión con Caja España-Duero con el fin de evitar así la bancarización y agregó que "no hay nada de nada". Según el rotativo leonés, los contactos se habrían iniciado tras la autorización del consejo de administración al presidente a trazar la estrategia para lograr el core capital exigido.
En la misma línea se expresó la Junta de Castilla y León. Su vicepresidente segundo y consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, desmintió que existan contactos oficiales entre Caja España-Duero y la andaluza, si bien aseguró que el Ejecutivo autonómico "respetará la decisión" que tome la entidad.
En declaraciones recogidas por Europa Press, Villanueva subrayó que actualmente las cajas "están más pendientes de saber cuál va a ser el nuevo marco que establezca el Gobierno de España que de hablar entre ellas", ya que en la próxima semana el Ejecutivo central "podría aprobar el nuevo reglamento" del sector financiero.
En este sentido, señaló como prioridades "analizar la situación de la banca de ámbito europeo, la nacional, las entidades de ahorros que pueden aportarles algo a su proyecto y buscar mecanismos mercantiles de hacerse con capital privado", pero para ello "primero deben conocer el calendario" establecido.
Sin embargo, insistió en que la Administración autonómica "no se mueve por gustos", por lo que respetará la decisión de Caja España-Duero, a pesar de lo que advirtió que "otra cosa es saber cuáles son los gustos del Gobierno".
En este sentido, Tomás Villanueva apostó por que la entidad "tenga futuro, siga identificada con Castilla y León y, si es posible, conserve su propia naturaleza jurídica", al tiempo que mostró su confianza en los órganos directivos de la caja, puesto que "saben lo que conviene a la comunidad".
