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Vecinos lamentan los graves daños en las casas

Vecinos de la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos, donde la explosión de un coche bomba ha causado más de cuarenta heridos leves, han lamentado los grandes daños que han sufrido sus casas y han opinado que se ha evitado mayor número de afectados porque muchas personas están de vacaciones.

el 16 sep 2009 / 06:24 h.

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Vecinos de la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos, donde la explosión de un coche bomba ha causado más de cuarenta heridos leves, han lamentado los grandes daños que han sufrido sus casas y han opinado que se ha evitado mayor número de afectados porque muchas personas están de vacaciones.

Según fuentes de la Guardia Civil, en esta residencia viven habitualmente unas noventa familias, aunque ahora estaba ocupada por unas cincuenta, ya que el resto estaba de vacaciones.

Ha sido sobre las 04.00 horas cuando un joven de unos 14 años, hijo de un guardia civil, se ha despertado al escuchar un "fuerte golpe", ha relatado a EFE el menor.

Se ha bajado de la cama, al poner los pies en el suelo ha visto que faltaba parte de un muro del edificio y parte del suelo y se ha palpado pensando que le había pasado algo.

Afortunadamente sólo ha sufrido un arañazo en la cara, ha podido salir por su propio pie, ha pedido un móvil a un periodista que estaba en la zona y ha llamado a sus familiares, en medio de la situación de confusión en que se encontraba el menor.

La Avenida de Cantabria, donde se produjo la explosión, en concreto en la parte trasera de la casa cuartel destinada a residencia que da a la calle Jerez, ha sido escenario de niños llorando debido al susto y otras escenas de pánico.

Entre las reacciones de los vecinos, se encuentra la de una mujer que llevaba un perrito pequeño en brazos y se ha aferrado a él fuertemente sin querer soltarlo en ningún momento.

Los vecinos del número 85 de la Avenida de Cantabria han sido desalojados de sus viviendas, aunque algunos de ellos ya habían bajado antes a la calle ante el temor de que el edificio pudiera sufrir algún daño importante porque parte de la fachada tiene grandes desperfectos.

Incluso desde la calle se puede ver el interior de muchas de las viviendas, entre ellas un salón y una habitación infantil de un piso cuyos habitantes se encontraban fuera, de vacaciones, circunstancia que en opinión de muchos de los residentes en la zona ha podido evitar daños mayores.

También los bajos comerciales de la zona, ha dicho a EFE el propietario de uno de ellos, han sufrido daños muy importantes por la onda expansiva.

La explosión ha originado un gran cráter en el suelo y ha obligado a cortar los servicios de agua y gas ante el temor de que se pudiera producir alguna fuga y en el caso del agua porque una tubería subterránea de conducción se ha visto dañada y arrojaba un gran chorro de agua.

Los heridos leves han sido trasladados a la residencia de oficiales de Burgos mientras los vecinos están recibiendo botellas de agua y mantas a la espera de que les indiquen donde pueden refugiarse hasta el momento en que se aclare la situación.

Algunos de los vecinos han explicado a Efe que sólo en el primer vistazo a sus viviendas creen que no podrán volver a habitarlas en un tiempo.

En el lugar del suceso, un equipo de bomberos de Burgos ha estado retirando algunas partes de fachada y sobre todo ventanales para evitar el riesgo de que caigan a la calle.

La zona continúa acordonada por miembro del Cuerpo Nacional de Policía y Policía Local hasta unos 200 metros del lugar en el que se ha producido la explosión.

La casa-cuartel se encuentra a la salida de Burgos, por la Avenida de Cantabria y dispone de catorce alturas.

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