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Vivir bajo un techo prestado

Un recuento de las personas sin hogar que vi ven en Sevilla confirma que el río se ha convertido en su principal cobijo. Con la llegada del frío, muchos acceden a los centros de acogida, que duplican sus plazas durante el invierno.

el 25 nov 2011 / 21:21 h.

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Sin alternativas no es posible que haya cambios en la situación de las personas sin hogar. El recuento nocturno realizado este mes por la asociación Voces contra la Exclusión confirma una realidad obvia: en las calles de Sevilla sigue durmiendo gente, más o menos la misma que hace un año. El conteo localizó a unas 169 personas, menos que las 250 del año pasado, debido más a que no dieron con todas que a que haya menos casos de gente sin hogar, según Antonio Lora, que ha coordinado el informe. Los datos se difundieron ayer, el día que un grupo de voluntarios pasó una noche durmiendo en la calle con ellos porque el 28 de noviembre, con la llegada del frío, es el Día de las Personas sin Hogar.

El recuento confirma que el Paseo Juan Carlos I sigue siendo el principal refugio de los sin hogar: 47 duermen allí en tiendas de campaña, casi un tercio del total. Le sigue el Centro, donde 19 personas se resguardan en pasajes, soportales o bancos; la zona del Prado-San Bernardo-Buhaira, con 18; y el Arenal, donde el mercado aloja a unos 17 sin hogar. En Triana son 15, y 12 en la Macarena y Plaza de Armas, donde las Naves del Barranco se ha convertido en impagable alojamiento.

"Como ciudadanos, nos sentimos ofendidos por la falta de voluntad política para afrontar una situación que, por crónica, no deja de ser alarmante. Debe apostarse de una vez por todas por actuaciones basadas en el principio de que el techo es lo primero, admitiendo la magnitud del problema y evitando soluciones que se centren en picos estacionales", denuncia el informe Nessun Dorma 2011, en el que colaboran Voces contra la Exclusión, Solidarios para el Desarrollo, Pro Derechos Humanos y los voluntarios que durante todo el año visitan, una vez a la semana, a quienes duermen al raso.

El informe, que reclama que "en estos momentos de profunda crisis del sistema no olvidemos a las víctimas de la marginación social más extrema", apunta una medida que estas mismas entidades llevan tiempo pidiendo: recursos más adecuados para este colectivo, tan distinto al que normalmente busca abrigo en el albergue municipal. Son personas más deterioradas que no siempre responden a las exigencias de los lugares de acogida. En el río hay un centro de baja exigencia que ahora está saturado.

Con la llegada del frío, cuando el albergue se amplía, precisamente con plazas de baja exigencia, quienes siguen un itinerario para salir de la marginación confluyen con estos colectivos más deteriorados. De diciembre a febrero se duplican las plazas para dormir, y hay sitio incluso para los que no cumplen las normas del centro, como la higiene o el no beber alcohol. En invierno se abre la mano a los que están en una situación más difícil, con habitaciones de siete personas que no viven en el albergue, pero pueden cenar, ducharse, dormir y desayunar.

Ayer los sevillanos pudieron conocer las instalaciones gracias a la campaña No nos mires de lejos. Acércate y conócenos, con la que los propios usuarios del albergue de la calle Perafán de Ribera guiaban una ruta en la que contaban cómo se vive en ese edificio amplio y luminoso. Que no es un hogar, pero que es mucho mejor que dormir en la calle.

Un grupo de voluntarios durmió en la calle. Un grupo de voluntarios durmió anoche en la calle Imagen, con sacos de dormir y bebidas calientes para aguantar el frío, junto a personas que lo hacen de forma habitual porque no tienen una casa a la que volver por las noches. La iniciativa pretende no sólo hacer visible esta situación a los ojos de los viandantes, sino también crear una vía de acceso a estas personas y que quienes quieran acercarse a ellos e interesarse por su situación puedan aprovechar la ocasión para hacerlo. La dormida, que lleva cinco años realizándose en Sevilla, fue el año pasado en la Plaza Nueva, pero en esta ocasión se ha querido acercar a la cotidianeidad del colectivo, realizándola en unos soportales en los que cada vez se guarecen más personas sin hogar.

Mesas informativas y actividades abiertas. Durante toda la semana, la delegación de Bienestar Social ha convocado diversas actividades, algunas de ellas dirigidas al colectivo de personas sin hogar o que viven en el albergue municipal, como campeonatos deportivos y actuaciones infantiles o musicales dentro de las propias instalaciones de acogida. Pero también se ha hecho un esfuerzo por llevar esta realidad a la población en general: se han sacado a la calle mesas informativas para explicar verbalmente cómo funciona la red de atención a las personas en situación de exclusión, se han repartido dípticos y se han abierto las puertas del centro de acogida de la calle Perafán de Ribera, donde ayer fue posible compartir una merienda con los usuarios, que explicaron ellos mismos cómo se viven en este lugar.

Lamentan que se pongan trabas en la calle. Este año, la federación española de apoyo a las personas sin hogar ha criticado que algunas ciudades pongan trabas físicas para que no sea posible dormir en la calle, como barandillas intermedias en los bancos, un material que en Sevilla sólo se instaló en la plaza Cristo de Burgos.

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