César Girón, quien estuvo a punto de cortarle la oreja al tercero de la tarde por una faena ligada, firme y muy bien construida, hizo lo más destacado del larguísimo festejo celebrado hoy en la Maestranza con motivo de la festividad de la Virgen de los Reyes.
Se lidiaron toros del Conde de la Maza, serios y muy bien presentados. El primero, "avisado", lo que también se conoce en el argot como "orientado"; el cuarto, muy deslucido; y el sexto, manso e ilidiable, fueron los peores. El segundo, "rajadito", se dejó a medias. El tercero, que protestó por arriba, acabó entregándose, y el quinto, "se dejó" por ambos pitones.
Luis de Pauloba, silencio tras aviso y silencio.
Antonio Fernández Pineda, silencio tras aviso en ambos.
César Girón, vuelta al ruedo tras petición y palmas de despedida.
La plaza tuvo un cuarto de entrada en tarde-noche de agradable temperatura.
La entrega y la solvencia de César Girón en los dos astados de su lote fue lo más importante de la tarde.
Sin toros a favor, Luis de Pauloba tampoco fue capaz de imponerse y navegó a la deriva.
El lote de mayores posibilidades lo sorteó Fernández Pineda, que dejó algún destello ante el potable quinto sin lograr triunfar.
