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Y llegó la transgresión a la pasarela

Transparencias totales, faldas estilo Marisol y vestidos de aspecto cuero, los protagonistas

el 05 feb 2011 / 21:47 h.

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Transparencias en la colección de Luchi Abrera.
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La jornada de ayer en el Salón Internacional de la Moda Flamenca (Simof) dejó algunas propuestas sólo aptas para las más valientes. Este año, la tendencia parece ser enseñar cuerpo, ya sea piernas o, incluso, pecho. Se vio de todo sobre la pasarela: una novia, propuestas infantiles, bolsos, mangas bombacho, toreritas, telas con brillo... Además, vuelve la minifalda sesentera y llegan los vestidos confeccionados en lurex, un tejido que emula el aspecto del cuero. ¿Alguien da más?

Ángeles Verano abrió la tarde con una de las propuestas más arriesgadas, una flamenca algo hard, con trajes elaborados en el (muy de moda) lurex, en negro, fucsia y morado. Su colección 'Sangre y Luna' apostó por una mujer provocadora, con faldas abiertas hasta la rodilla, vestidos muy ceñidos e incluso corsés para resaltar la exuberancia femenina.

Los colores tradicionales como el rojo, el negro o el blanco se combinan con una intensa paleta cromática de amarillos, morados, azules en degrade y una amplia gama de verdes. Y es que a los tradicionales lunares, Ángeles Verano suma estampados fantasía y florales, que juegan con la policromía para tornarse en selváticos.

Para su desfile, la diseñadora contó con la presencia de la ‘miss' Elisabeth Reyes, modelo invitada de la tarde,  aunque quienes más aplausos despertaron fueron las cantaoras Esperanza Fernández y Argentina, que cruzaron la pasarela regalando flamencura y arte.

Luchi Cabrera, una de las más esperadas del día, también sorprendió con sus amplias transparencias, situadas estratégicamente justo antes del arranque de los volantes, dejando lucir parte de las piernas. Más comentados fueron las de la parte superior del vestido, que dejaban al desnudo los senos de las modelos.

Lunares, estampados florales, lisos y cuadros vistieron los diseños de Cabrera, que ha querido también echar la vista a tras y recuperar la moda de los años 60 y 70 con vestidos cortos, de un solo volante y canasteros.

Su colección 'Que no nos falte de ná' fue un homenaje al traje de feria (sevillanas incluidas), con mucho vuelo, grandes volantes y mangas con encajes. Pero también mantuvo líneas innovadoras de años anteriores como las chaquetillas toreras, los bolsos a juego y los trajes con blusa.

Aunque si alguna de las diseñadoras de ayer apostó por la minifalda, ésa fue Carmen Latorre, que durante la mañana --estando de modelo invitada Marisa Jara-- exhibió unos recortadísimos y elegantes vestidos años 60, inspirados en la artista Marisol, dentro de su colección ‘Cabriola'. Talles muy marcados a la cintura, escotes de pico y redondos fueron sus señas de identidad.

Volviendo a la tarde, la firma Nuevo Montecarlo hizo desfilar ‘De mil colores', una colección que introdujo el lino y los tejidos perforados y apostó por amplísimas mangas, los encajes y los estampados florales de todos los tamaños. Se vieron pocos volantes, muchos flecos, pañoletas y mantoncillos integrados en los trajes y algunos bordados.

Loli Castellano, la diseñadora de esta firma, despertó la sonrisa al público con una muy clásica colección infantil que puso sobre la pasarela incluso un traje de bebé y un elegante vestido de novia.

Carmen Jarén presentó su colección ‘Patios de Lebrija', un homenaje a las fiestas de las cruces de mayo de su pueblo natal, con predominio de los escotes de espalda y muchos encajes.

Y cerró la jornada la firma Sonia&Isabelle con ‘Cigarreras de Trajano', un tributo a las mujeres de la antigua Fábrica de Tabacos del XIX con vestidos vaporosos y mucho vuelo.

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