"¿Para qué estoy yo en el Parlamento si no es para dar guerra?" A Juan Manuel Sánchez Gordillo, diputado de IU, le ha faltado tiempo para montar el primer 'circo' de la legislatura. Ayer inició un encierro "indefinido" en la Cámara con 50 cargos de IU en Sevilla. Exigen, dijo, el fin de la asfixia municipal.
Después de una semana de intensa actividad parlamentaria, el viernes por la tarde se antojaba tranquilo. Hasta que Sánchez Gordillo entró en escena. A pesar de que tiene un escaño en el Parlamento para defender sus posicionamientos, el alcalde de Marinaleda promovió un encierro "indefinido" en la Cámara junto a unos cincuenta cargos municipales del partido en Sevilla, entre alcaldes, concejales y miembros de la Diputación, para reivindicar que se resuelva ya la asfixia económica de los ayuntamientos.
Atrincherados en la Sala de Comisión número 4, aseguraron que no piensan moverse de ahí hasta que los reciba la consejera de Gobernación, Clara Aguilera, y ésta se comprometa a atender sus reivindicaciones. Convencidos de que la cosa va para largo, habían preparado bocadillos y mudas de ropa. "¿Y sacos de dormir?", pregunta la periodista. "No hace falta. En la sala hay muchas alfombras. Esto es para nosotros un hotel de primera, comparado con los encierros en los cortijos", bromea el alcalde jornalero, como él mismo se define.
A primera hora de la tarde, Juan Manuel Sánchez Gordillo recibió a la prensa en la barrera de entrada al Parlamento porque los guardas de seguridad tenían orden de impedir que se grabase la protesta. "¡Esto no puede ser, es un estado de excepción!", gritaba el cabecilla al jefe de seguridad que entraba a toda prisa al interior de la Cámara. Unas gestiones y fin a la "censura" de las autoridades.
La pregunta es obligada: ¿por qué un diputado con escaño tiene que recurrir a medidas tan poco ortodoxas? "Porque he debatido con la consejera [Clara Aguilera] varias veces y no consigo una respuesta inmediata, y los ayuntamientos no pueden aguantar dos años hasta que se solucionen sus problemas financieros. Estamos en la UCI", explicó el regidor de Marinaleda. Aunque dijo que el coordinador de IU, Diego Valderas, "apoya" la concentración e, incluso, "se pasaría cuando terminara una reunión", fuentes oficiales del partido aseguraron que el encierro no tiene el visto bueno de la formación.
No es la primera vez que el líder de la CUT-BAI pone en un aprieto a la dirección de IU cuando ha ostentado cargos institucionales. En varias ocasiones ha fletado autobuses desde su pueblo para tomar las puertas del Parlamento y en la última legislatura que ocupó escaño, en la etapa de la pinza, protagonizó otros episodios parecidos en los que se parapetaba en su despacho en la Cámara. También ha llegado a encadenarse a las puertas de la institución o a montar una protesta en los pasillos de la Consejería de Gobernación en tiempos de Alfonso Perales. Y hasta ha cortado en alguna ocasión las vías del tren.
¿Permitirá el Parlamento que el campamento de IU permanezca mucho tiempo? Por el momento, la Cámara no hizo ayer nada por impedir la toma de la Sala 4, aunque algunas fuentes de la institución desconfiaban de que Sánchez Gordillo y los suyos vayan a sostener en el tiempo su pulso reivindicativo. Logrado el impacto inicial, vinieron a coincidir, se desactivarán.
Durante la concentración en el Parlamento, los encerrados decidieron una batería de protestas ante la situación "desesperada" de los consistorios. Acordaron extender al resto de municipios las movilizaciones con el cierre de los ayuntamientos un día a la semana. También están planeando una movilización frente a la Casa Rosa, sede provisional de la Presidencia de la Junta.
El alcalde de Marinaleda detalló algunas de sus demandas: "Que en los Presupuestos del Estado y del Gobierno andaluz figuren 2.000 millones de euros para sacar a los consistorios de la bancarrota, que los ayuntamientos no paguen el 16% de IVA y que cobren no menos de 10.000 millones en concepto de deuda local".
