El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha subrayado este martes que la intentona golpista del 23-F supuso "dejar atrás, definitivamente, los tiempos en que personas de uniforme, abrazando una u otra causa decidían el rumbo de la historia de España" y ha recalcado que "la fuerza no es el poder que decide, sino un instrumento al servicio de la sociedad en su conjunto", por lo que debe "estar bajo el mando del poder democrático legítimo".
Para Zapatero, ese 23-F abrió la puerta a "otra época" en la que los militares españoles se han convertido en "una de las corporaciones más prestigiosas, respetadas y admiradas por la ciudadanía" , según ha dicho durante el acto de homenaje a la Comisión de secretarios de Estado y subsecretarios que ejerció de gobierno durante las horas en que el Gobierno estuvo secuestrado en el Congreso.
El jefe del Ejecutivo ha opinado que lo que fue "la última irrupción del golpismo" en las instituciones será recordado por un grito, el de "quieto todo el mundo", pronunciado "pistola en mano" y que, a su juicio, es "uno de los alegatos más radicalmente antidemocráticos que quepa imaginar" porque "en democracia por definición nadie se queda quieto, nadie por la mera imposición de nadie".
Así, ha subrayado que en esos días "nadie se quedó quieto en España" y unas horas más tarde hubo un "nuevo refrendo, abrumador, de la Constitución, una bocanada colectiva de aire cívico, de libertad proclamada y compartida por los ciudadanos".
Zapatero ha puntualizado que, para que el intento de golpe se resolviera sin más violencia fue necesaria "no sólo la intervención decisiva" del Rey, sino también la de miembros de las Fuerzas Armadas y de los cuerpos de seguridad, así como de funcionarios que mantuvieron "la dignidad y el funcionamiento mismo del Estado democrático".
Es en ese contexto en el que el Gobierno ha concedido la Medalla de la Orden al Mérito Constitucional a las 35 personas que formaron parte de la Comisión de Subsecretarios, a los quwe ha calificado de "héroes de la transición", puesto que que representaron "la continuidad del Estado democrático", mientras el Ejecutivo, con el presidente saliente y el aspirante a sucederle estaba secuestrado en el Congreso junto con los diputados.
Zapatero les ha expresado su "felicitación y gratitud", y también su "disculpa" porque tal vez el reconocimiento debió haberse hecho "hace 10 o 20 años", ya que hoy 10 de los 35 homenajeados han fallecido ya. "Deberíamos tener a veces menos pudor como país para reconocer y ensalzar a quienes han prestado en favor de todos grandes servicios cívicos".
De este modo, al igual que hay naciones que tienen "héroes de guerra" en los que personalizan "los valores humanos con los que quieren identificarse", él ha querido rendir homenaje a los "héroes cívicos, actores de la democracia y de la paz" que España lleva difrutando tres décadas.
Zapatero ha recordado las horas del golpe, "interminables, ralentizadas por la tensión, la inquietud y en no pocos momentos por la tristeza y ha recordado que la comisión de subsecretarios "se erigió, durante 14, 16 o las horas que exactamente fuesen en bastión y señal del Estado democrático".
Antes de su discurso, el presidente ha entregado uno a uno las medallas a los homenajeados -en el caso de los fallecidos las han recibido sus familiares-- y después ha posado con ellos para una fotografía.
Los miembros de aquella comisión fueron Ignacio Aguirre Borrell (condecorado a título póstumo), Enrique de Aldama y Miñón (a título póstumo), Manuel Ignacio de Aldasoro Sandberg( a título póstumo), José Ramón Alvarez Renduele, Alberto Aza Arias, José Barea Tejeiro,José Buenaventura Terceiro Lomba, Manuel Cobo del Rosal, Luis Fernando Crespo Montes, Juan Díez Nicolás, Jesús Fernández Cordeiro, José María Fernández Cuevas, Gabriel Ferrán de Alfaro, José Luis García Ferrero, José Enrique García-Romeu y Fleta, Eduardo Gorrochategui Alonso (a título póstumo), Agustín Hidalgo de Quintana (a título póstumo) y Antonio Lago Carballo, Francisco Laina García.
El resto de los integrantes fueron Ángel Liberal Lucini (condecorado a título póstumo), Luis Magaña Martínez (a título póstumo), Miguel Martín Fernández, Eugenio Nasarre Goicoechea, Joaquín Ortega Salinas, Manuel Pérez Olea, Fernando Piña Saiz, Rosa Posada Chaparro, José Miguel Prados Terriente, Carlos Robles Piquer, Matías Rodríguez Inciarte, Arturo Romaní Biescas, Mariano Rubio Jiménez (a título póstumo), Luis Sánchez-Harguindey Pimentel (a título póstumo), Manuel Varela Uña, Manuel Villar Arregui (a título póstumo).
