El AVE llegó el sábado a Valladolid y fue el presidente del Gobierno el encargado de inaugurar la nueva línea de alta velocidad ferroviaria entre Madrid y la capital castellanoleonesa. Es el sexto tramo del AVE abierto en España y, según Zapatero, representa la modernidad, la cohesión y territorial y el éxito de la economía del país.
El presidente del Gobierno viajó en el recorrido inaugural del AVE a Valladolid, acompañado de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. El tren alcanzó los 301 kilómetros por hora y supuso la puesta en marcha de una línea en la que ha habido pruebas durante 25 meses, el mayor periodo de todas las líneas de alta velocidad en funcionamiento.
Para Zapatero, la inauguración de este tren es un símbolo para la España de la cohesión y para la convivencia, y, a su juicio, una muestra de la buena salud de la economía española porque, con el superávit actual, se podrían acometer cinco obras de las mismas características que la puesta en marcha.
No faltaron los reconocimientos a la labor del Gobierno presidido por José María Aznar. A ello se refirieron tanto Zapatero como Álvarez. Alabaron la colaboración entre las administraciones para hacer posible una obra "de país", según el jefe del Ejecutivo, quien recordó a los cuatro trabajadores muertos durante las obras de esta línea.
La ministra de Fomento destacó la importancia del AVE porque supone "coser a España con hilos de acero", mientras que el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, afirmó que "España empieza a tener un equilibrio diferente y con el que nunca ha contado".
La línea Madrid-Valladolid, de 179,5 kilómetros, acorta el tiempo de viaje con el norte de España, de manera que se podrá viajar desde la capital del país hasta la capital castellanoleonesa en 56 minutos. La obra ha supuesto una inversión de 4.500 millones de euros, 1.600 de ellos destinados a los túneles de Guadarrama, los más largos de España. Son además los terceros de Europa -según la ministra- y los quintos del mundo.
Además de esos túneles, elementos singulares de la obra son los viaductos de El Salobral y de Arroyo del Valle, en Madrid, este último de 1.755 metros de longitud y 27 vanos, así como los dos túneles de San Pedro, de nueve kilómetros.
Viajar en clase turista cuesta entre Madrid y Segovia 20,60 euros por trayecto, y 24,70 entre Segovia y Valladolid, mientras que si se compra ida y vuelta, el precio será de 32,96 y de 39,52 euros. Sin embargo, adquiriendo los billetes por internet y con antelación es posible encontrar un pasaje entre Valladolid y Madrid por tan sólo 12 euros.
La línea férrea generará un movimiento de 700.000 usuarios. A los 4.500 millones de euros de inversión, en parte de fondos europeos, hay que añadir los gastos de provisión de trenes de alta velocidad por parte de la operadora Renfe.
Más de un centenar de policías garantizaron ayer la seguridad en la inauguración del trayecto. Mientras tanto, 250 personas recibieron a Zapatero con una sonora pitada en protesta por su gestión en el Gobierno.
