La Gazapera

De La Granja a La Bodeguilla

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
01 ene 2023 / 08:43 h - Actualizado: 01 ene 2023 / 08:50 h.
"Flamenco","La Gazapera"
  • Francisco Franco. / EFE
    Francisco Franco. / EFE

José Zaragoza Alonso, diputado en el Congreso por el PSC (Partido Socialista de Cataluña), se define como antifranquista, pero tenía 13 años cuando murió Franco, así que poco antifranquista pudo ser. Con el dictador vivo no era fácil serlo, estar en contra del régimen, de la dictadura. Muchos socialistas que ahora van de demócratas, amantes de la libertad y antifranquistas, estuvieron cómodos en la dictadura. Algunos artistas iban a La Granja, a las fiestas del Generalísimo, y años más tarde iban a La Bodeguilla invitados por Carmen Romero, que acostumbraba a organizar fiestas flamencas siempre que veía tristón a Felipe González, su marido. Un día fui a ver al cantaor Antonio el Chocolate a su piso de Sevilla y me enseñó una placa de bronce que le dieron por cantarle al Caudillo. A muchos no les importó coquetear con el franquismo en plena dictadura y esquilmar luego las arcas del Estado con el Partido Socialista en el Gobierno. Y no me refiero precisamente a Chocolate. Algunos tontean ahora con el Partido Popular, en Andalucía, porque las subvenciones cambiaron de caja y de siglas. Es muy difícil ser coherente y dejar a un lado los prejuicios. Ningún artista decente que se precie debería coger dinero de partidos corruptos, por coherencia. No voy a dar nombres, pero ocurre con demasiada frecuencia. Por eso tiene un gran valor la trayectoria del cantaor de Aznalcóllar José Domínguez El Cabrero, quien por cierto lleva meses ingresado en una residencia de su pueblo natal. Por coherencia, este cantaor no intentó jamás vivir de las subvenciones. Nunca dio bandazos. Te podía gustar o no, pero no hizo bandera de la falsedad. Un caso muy parecido al de José Menese, sin pretender compararlos. No me imagino a ninguno de los dos cantando en La Granja y luego en La Bodeguilla. Aunque un artista, como un ciudadano normal, tenga todo el derecho a hacer lo que le plazca con su carrera y su vida. No me gustan los políticos de izquierda que no paran de nombrar a Franco o de meter la palabra fascismo en su discurso político, como no me gustan los cantaores camaleónicos, que cambian de bando dependiendo el color político que gobierne.