La Tostá

¿Guerra sucia contra Ayuso?

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
18 feb 2022 / 06:36 h - Actualizado: 18 feb 2022 / 06:40 h.
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  • Javier Lizón. / EFE
    Javier Lizón. / EFE

Alguien que no recuerdo bien en este momento dijo que la política es un juego sucio de compadres. Ayer quedó claro con la guerra sucia del Partido Popular, una de las dos grandes formaciones políticas españolas, constitucionalista e imprescindible para la alternancia democrática de gobierno en nuestro país. Escuchando a las dos partes de la historia, Egea y Ayuso, los dos parecen llevar razón en sus argumentos esgrimidos en sendas ruedas de prensa. El hecho de que ambas partes hayan callado durante meses hace pensar que se temían y ayer estalló por fin la bomba. A nadie escapa que Isabel Díaz Ayuso es una persona incómoda ya para el Partido Popular, sobre todo para su gran amigo Pablo Casado, que empieza a oler a cadáver político. Anoche mismo un grupo de personas se plantó en la puerta de la sede del partido, en Génova, a pedir la dimisión del presidente, y se ha convocado una manifestación para lo mismo. Está claro que esta es una guerra que puede perder Casado, por la fuerza mediática de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Pero también puede pasar que se acabe la carrera política de Ayuso, por el caso del negocio que al parecer hizo su hermano mediando entre una empresa y la Comunidad de Madrid para la compra de una masiva remesa de mascarillas en el inicio de la pandemia, cuando escaseaban y morían ciudadanos como chinches. Parece que la operación fue totalmente legal, ajustada a derecho, pero que el hermano de la presidenta se pudiese haber llevado una comisión de más de doscientos mil euros, es un tema serio, sin la menor duda. Pero, ¿por qué ha salido todo esto ahora y no hace meses? Tendrá que ver, supongo, con el hecho de que Ayuso se haya mostrado abierta a la posibilidad de que el PP pueda gobernar con Vox en Castilla y León, en otras comunidades e incluso a nivel nacional. Por tanto, había que pararle los pies y ese asunto de su hermano estaba pendiente de poder ser utilizado. Casado va a por ella claramente, y no digamos García Egea. Una historia de presunto espionaje político, puñaladas traperas, peleas por control por el partido, encarnizadas luchas por el poder y juego sucio, que puede acabar con un equipo que estaba llamado a echar a Pedro Sánchez de la Moncloa y con él a su gobierno Frankenstein. Está claro que, pase lo que pase, Casado y Ayuso ya no van a poder ir de la mano ni a jugar a las cajillas, y mucho menos a la conquista de la Moncloa. A Juanma Moreno le va a dar un patatús y Santiago Abascal creo que tiene una barbacoa el próximo domingo.