Los medios y los días

Los alienígenas no necesitan confinamiento

Image
23 oct 2020 / 04:00 h - Actualizado: 23 oct 2020 / 04:00 h.
"Historia","Producción","Derechos Humanos","Historia","Memoria histórica","Los medios y los días","Medios de comunicación"
  • Spock, interpretado por Leonard Nimoy, en Star Trek.
    Spock, interpretado por Leonard Nimoy, en Star Trek.

Me acuerdo de esas películas donde los alienígenas eran malos porque no tenían ni emociones ni sentimientos. Hasta el famoso señor Spock del Enterprise, la nave de la serie de mis tiempos que ahora se llama Star Trek, la guerra de las galaxias y todo ese rollo, como era del planeta Vulcano sólo usaba la razón y hasta tenía en mente cuándo debía viajar a su planeta para reproducirse con alguna vulcana. “No te resistas, déjate llevar y conviértete en uno de ellos”, decía algún personaje de esas viejas películas USA para convencer a los terrícolas resistentes a la invasión extraterrestre. Los viajeros del espacio te prometían una vida feliz si te limitabas a seguirlos, sin emociones, sin sentimientos.

Ahora me doy cuenta de que deberíamos ser así para combatir al virus porque como casi todo el contagio llega por culpa de los roces en casa y en los bares y en las fiestas, me imagino una humanidad yendo por la calle hierática, sin expresión alguna en el rostro y sin contactos con los demás, cada uno a sus asuntos, como esas piezas del engranaje de la película de Charles Chaplin Tiempos modernos, piezas de una gran estructura de producción mercantil, con la diferencia de que en nuestros días no pasaría como en la película de Chaplin donde el protagonista pierde la razón alienado por su trabajo porque para perder la razón hay que tener sentimientos y nuestro cerebro alienígena inmune al virus carecería de esa parte cerebral donde se originan las emociones.

Esas películas USA de extraterrestres se basaban en una mentira absoluta porque si no llega a ser por esas emociones que almacenamos nos hubiéramos extinguido como especie, son las emociones, los instintos “animales”, los que nos impulsan a defendernos de los depredadores de todo tipo y ahora nos estamos defendiendo del virus porque tenemos instinto de conservación y entonces aplicamos nuestra parte racional de manera que nosotros somos una mezcla de razón y emoción, una peculiaridad única en las especies terrícolas que lo mismo nos trae la vida que nos trae la destrucción y la muerte.

Desde el punto de vista de la razón pura la mejor forma de terminar con este virus sin tener vacuna para contrarrestarlo creo que es la inmunidad de rebaño pero nuestras emociones y nuestra razón nos dicen lo contrario. Las emociones y los sentimientos porque no nos permiten dejar morir a los que tengamos que morir y la razón porque se nos colapsan los sistemas sanitarios y entonces puede que sea peor el remedio que la enfermedad pero en la Historia es la inmunidad de rebaño la que ha terminado con bastantes grandes epidemias y pandemias porque nuestra razón no había desarrollado avances científicos y derechos humanos que a su vez dieron lugar a sistemas sanitarios que no existen en muchos lugares del mundo todavía porque en esos lugares la razón no tiene el peso que posee en nuestro suelo, una razón impuesta con frecuencia a base de sangre, sudor y lágrimas de los que viven abajo porque los derechos ya se sabe que no se regalan sino que se conquistan.

Hay algunos síntomas de que nos quieren tornar en alienígenas, se ve en la destrucción de la Memoria Histórica Universal, muy estimulada por medios de comunicación globales y planes de estudios, pero aún no hemos llegado a una situación alienígena donde no haga falta echar mano de esos toques de queda y confinamientos que nos cercan un día sí y otro también. Para que no tengamos que pasar por esos tragos, ya saben: imitemos al señor Spock. Lo peor es la jodienda que, como se sabe, no tiene enmienda, pero eso, como decían en la película Irma la Dulce, es ya otra historia.