Es por todos sabido que tanto el ejercicio físico como una buena alimentación son factores fundamentales a la hora de cuidar de nuestra salud mental y física. Pero, hay una cuestión aún en el aire: ¿todas las personas que realizan deporte habitualmente también llevan a cabo una buena alimentación?
Un estudio publicado en Gaceta Sanitaria por las investigadoras Aida Carballo Fazanes, Pilar Cancela Patiño y Carmen Neiro Rey, ha querido dar respuesta a dicha incógnita realizando un sencillo estudio para conocer los hábitos de alimentación y la adherencia a la dieta mediterránea de un grupo de corredores aficionados.
“La dieta mediterránea se considera de las más saludables en el mundo desarrollado y se ha relacionado con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y una disminución del riesgo global de muerte. Por otro lado, la actividad física regular se reconoce como un factor cardioprotector y de longevidad”, admiten las expertas. Sin embargo, ¿están asociados ambos hábitos cardiosaludables?
Durante una carrera de cross popular celebrada en Outes (A Coruña), 96 corredores adultos cumplimentaron de manera voluntaria el cuestionario PREDIMED, que incluye 14 ítems relacionados con la adherencia a la dieta mediterránea. La puntuación máxima de esta encuesta es de 14 puntos, y se considera adherencia alta entre 12 y 14 puntos, media entre 8 y 11 puntos, y baja cuando es inferior a 7 puntos. Además, se recogieron datos demográficos, antropométricos y de hábitos de actividad física de los participantes.
La edad de los encuestados fue de 33,5 ± 14,9 años y su peso de 63,7 ± 16,4 kg. 57 personas (59,4%) fueron mujeres y 39 hombres. De todos ellos y ellas, 71 (74%) participaban en carreras populares de forma habitual; 81 (84,4%) manifestaron tener preocupación por su alimentación y 13 (13,5%) refirieron haber padecido alguna enfermedad cardiovascular. La puntuación obtenida en el cuestionario PREDIMED fue de 5,48 ± 1,82 puntos, lo que indica una adherencia baja a la dieta mediterránea, sin diferencias significativas entre sexos.
RESULTADOS
“Nuestros resultados indican que el hecho de que las personas realicen actividad física deportiva de forma habitual no tiene por qué asociarse con hábitos de alimentación saludables, en concreto con la adherencia a la dieta mediterránea. Aunque el binomio alimentación-actividad física parece ser esencial para mantener un estado de salud óptimo, y la alimentación influye directamente sobre la aptitud física. Nuestros resultados indican que incluso personas preocupadas por su forma física y su salud (como suelen ser los/las corredores/as aficionados/as) pueden descuidar su alimentación, lo que podría contrarrestar en parte los efectos beneficiosos del ejercicio físico”, explican en el estudio.
Las expertas indican que, para averiguar si este hecho es algo más generalizado, habría que realizar estudios más amplios y controlados con estrategias para que la población físicamente activa conozca la importancia de llevar a cabo una alimentación saludable como complemento del ejercicio físico regular que ya llevan a cabo.