Así, la idea de Europa no tiene sentido ni futuro

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27 mar 2020 / 06:00 h - Actualizado: 26 mar 2020 / 22:39 h.
"Editorial","Coronavirus"
  • Así, la idea de Europa no tiene sentido ni futuro

El sueño europeo se resquebraja. Un poco más.

Con cada crisis, se ha demostrado que la capacidad de la UE para reaccionar es muy limitada, poco solidaria y una especie de ‘sálvese quien pueda’ bochornoso. Con esta que vivimos en la actualidad, todo parece que puede saltar por los aires.

Del mismo modo que en España las Comunidades Autónomas han decidido ir por su cuenta salvo por las imposiciones que han tenido que aceptar sin remedio, en Europa cada país intenta buscar salidas a sus problemas y no muestran empatía con los países más afectados hasta el momento. Por ello, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, han bloqueado la finalización de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en la que se intentaban encontrar estrategias económicas con las que hacer frente a la situación que llega y que tanto temor está causando ya en todos los estratos sociales y económicos.

Es evidente que la acción conjunta es esencial en esta situación. Por ello, Sánchez y Conte, han solicitado un nuevo Informe de los Cinco presidentes (de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, el Consejo europeo, el BCE y el Eurogrupo) que sirva para trazar planes comunes que beneficien al conjunto de los miembros de la UE.

No hay acuerdo en qué hacer, ni en cómo hacerlo, ni en cuándo comenzar con el plan.

La alemana Angela Merkel y el holandés de Mark Rutte, son partidarios de no consumir recursos comunes y sí apuestan más por que cada Estado utilice sus propios recursos. Con ayuda de países en los que el efecto del coronavirus es todavía menor, alemanes y holandeses se inclinan por algo parecido a un rescate financiero que ni en España ni en Italia quieren plantearse. Desde España e Italia se lanza un mensaje al resto de Europa, duro, que en ambos países se recibió en su momento y no se quiso comprender: el coronavirus es demoledor. Por ello, seguramente pensando en ese efecto que está por llegar en todo el territorio europeo, Pedro Sánchez insiste en esa especie de plan Marshall que serviría para ayudar a recuperarse a todos los países de forma solidaria.

Los alemanes y los holandeses miran con la ceja levantada tanto a Italia como a España. Les parece que las deudas son excesivas y que su forma de gestionar es muy deficiente; es decir, siguen haciendo una lectura estrictamente económica de una crisis que va mucho más allá del déficit público o de un tipo de interés. Así la idea de Europa; como un espacio de todos y en el que los problemas se comparten del mismo modo que se hace con las alegrías; no tiene la más mínima posibilidad de perdurar en el tiempo.