¿De qué habló Pedro Sánchez?

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30 dic 2020 / 08:07 h - Actualizado: 30 dic 2020 / 08:26 h.
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  • Pedro Sánchez con su informe de gestión de 2020 tras su comparecencia en Moncloa. / EFE
    Pedro Sánchez con su informe de gestión de 2020 tras su comparecencia en Moncloa. / EFE

La comparecencia de Pedro Sánchez para hacer un repaso de cómo ha ido el año en España resultó estar llena de datos de relativa importancia y de muy poco sentido de la realidad.

Si bien es cierto que Sánchez no dudó en gastar energía en hablar de la fortaleza de su Gobierno que «tiene una sola palabra: la que se materializa en el BOE» y que finaliza el año «más fuerte y más unido»; si bien es cierto que recordó a los españoles su obligación de mantener intacta «la capacidad de sobreponerse a la adversidad»; si bien es cierto que aprovechó la ocasión para atacar a Pablo Casado por no asumir la «condición de minoría parlamentaria» para librarse de negociar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ); también es cierto que Pedro Sánchez olvidó los asuntos fundamentales, los que afectan directamente a las vidas de los españoles.

Pedro Sánchez perdió el sentido de la realidad desde antes de llegar a la Moncloa. Una vez que se instaló en su despacho, olvidó por completo que él está al servicio de la sociedad española, de la democracia, y no al contrario. En su comparecencia, Sánchez no hizo una sola referencia a los miles de trabajadores que continúan en ERTE; ni una referencia a los problemas que la sanidad española está teniendo para soportar los envites de la pandemia; ni una referencia a los más de 70.000 muertos que ha dejado atrás el SARS-CoV-2; ni una sola referencia a la crisis económica que llega con el cuchillo entre los dientes y sin intención de hacer prisioneros. No hizo mención a los acuerdos del Gobierno con EH Bildu y ERC, a esos acuerdos que tanto negó antes de llegar a la Moncloa. Eso sí, dejó caer, como si estuviese hablando de cualquier cosa sin importancia, que habrá una ley de la Corona y que ya nos iría diciendo en qué consiste y qué plazos habrá que cumplir.

Grandilocuencia, parafernalia y mucho vacío en las palabras de alguien que habla a los españoles como si fueran un grupo de personas sin criterio alguno, un grupo de personas al que le basta con saber que se han cumplido un 23,4 por ciento de los compromisos adquiridos por el Gobierno de España. No sabemos cuáles son esos compromisos, pero todo se tapa con un guarismo.

Esto es lo que tenemos.