Guadalcanal bendice la huerta con el primer concurso de tomate rosa

26 ago 2019 / 17:35 h - Actualizado: 26 ago 2019 / 17:38 h.
  • Primer concurso de Tomate Rosa. / El Correo
    Primer concurso de Tomate Rosa. / El Correo

La fecha ha sido de lo más acertada. Pero el lugar lo ha sobrepasado todo. La antigua Iglesia de San Sebastián de Guadalcanal, hoy mercado de abastos, ha sido testigo de la santificación del producto estrella de la huerta, el tomate. Tomate rosa, para ser más exactos. Como si se tratara de un culto exacto, los hortelanos guadalcanalenses han peregrinado desde muy pronto este lunes al que fuera templo sagrado y casa de uno de los iconos religiosos de la localidad como lo es la imagen de Nuestro Padre Jesús. Dichos hortelanos han ocupado la que fuera nave central del templo y junto al protagonista de la jornada también han brindado su presencia otros productos de la huerta y del tiempo.

La incorporación al mercado de estos hortelanos durante un día se debe a la organización del primer concursto de tomate rosa Huertas de Guadalcanal. Una iniciativa que parte de la Casa Rural La Florida del Valle en su afán por promocionar un producto tan de la zona y de asombrosas cualidades. Aunque, lógicamente, la atención se ha centrado en el tomate, como hemos señalado otros productos de la huerta también han tenido presencia en este mercado. En él, los hortelanos han ofrecido, como un puesto más de los que conforman este mercado, sus productos a quienes quisieran adquirirlos. El próximo miércoles esta localidad iniciará sus fiestas y ni que decir tiene que sus calles se llenan durante estos días de visitantes, por lo que la afluencia al mercado sobrepasaba los números habituales.

Guadalcanal bendice la huerta con el primer concurso de tomate rosa

Tomate ganador

A las 12 del mediodía, los distintos hortelanos que procedían a inscribirse a esta primera iniciativa, elegían el mejor ejemplar de entre sus tomates para que formasen parte del concurso. En lo que en su día fue el altar mayor de la iglesia se procedió a pesarlos. Los seis participantes eligieron piezas que rondaban el kilo de peso, e incluso lo superaban. Este fue el caso del ganador, Juan Luis Del Castillo, quien se hizo con este primer concurso gracias a un tomate que pesó 1,250 kilogramos.

Además de la satisfacción de ganar, Del Castillo se llevó a casa un trofeo elaborado por el escultor, pintor y ceramista Félix Güemes Del Barco. Un trofeo que lógicamente ha versado sobre el producto estrella de este día en Guadalcanal, el tomate.

Gazpacho a la antigua usanza

Guadalcanal bendice la huerta con el primer concurso de tomate rosa

Aunque la organización ha corrido a cargo de la Casa Rural La Florida del Valle, han sido varios los entes colaboradores, como el Ayuntamiento de Guadalcanal, establecimientos como Bar La Puntilla o Ferretería Ignacio González y sobre todo el Grupo de Recuperación por el Patrimonio de Guadalcanal. Ellos han sido los encargados, como suelen hacer en cada acto en el que participan, de dar la nota de color. Para esta ocasión, han dispuesto de un enorme dornillo, donde majo en mano han ido elaborando un delicioso gazpacho con los productos que de la huerta guadalcanalense han salido. Un actividad que no solo entró por lo ojos de los visitantes, sino que también impregnó los olfatos más delicados con un inolvidable aroma a gazpacho antiguo.

Junto a este dornillo, otros instrumentos que han llamado la atención durante esta jornada han sido los útiles que algunos hortelanos han portado. Útiles desconocidos por muchos en este mundo tecnológico en el que vivimos y que nos han hecho volver al pasado para poder contemplar cómo pesaban los productos que luego vendían.

Bolsas de papel

Por otra parte, otro de los hechos que ha llamado la atención de esta jornada ha sido la sensibilización con el medio ambiente, proporcionando para sus compras bolsas de papel, en lugar de la típica bolsa de plástico que tan flaco favor hace a nuestro medio ambiente y a las hortalizas de la huerta en particular. Unas bolsas que, como no, han reflejado la celebración de esta iniciativa que, aunque laica, ha supuesto la bendición del producto de la tierra.