Santa Teresa: un barrio pobre pero rico en solidaridad

Los vecinos crean una red de voluntariado para repartir lotes de alimentos y reparar las viviendas de las familias más zarandeadas por la crisis

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
04 feb 2018 / 20:34 h - Actualizado: 04 feb 2018 / 21:37 h.
"Barrios","Distrito Norte"
  • Las casitas bajas componen la fisionomía del barrio de Santa Teresa, en Amate. / El Correo TV
    Las casitas bajas componen la fisionomía del barrio de Santa Teresa, en Amate. / El Correo TV
  • Santa Teresa: un barrio pobre pero rico en solidaridad
  • Vandalismo de vallado, candelas y restos de botellona en la plaza de las Moradas.
    Vandalismo de vallado, candelas y restos de botellona en la plaza de las Moradas.

Ocho de cada diez vecinos están en paro. La mitad lleva más de un lustro sin trabajar y el resto trata de salir adelante con ayudas sociales y, sobre todo, la de otros residentes que están igual o peor pero que afrontan la mala racha con una sonrisa. Santa Teresa es un barrio de Amate. Con todo lo malo de la zona –alto índice de paro, falta de oferta formativa para los jóvenes, vandalismo...–; pero también con todo lo bueno de quienes dan lo poco que tienen para echar una mano a los más zarandeados por la crisis. Es un barrio pobre, sí, pero también muy rico en solidaridad.

Todo empezó hace un par de Navidades cuando detectaron la necesidad básica de muchas familias. «Tenía amigos que no sabían cómo echarle los Reyes a sus hijos. Dijimos, ¿hay que hacer algo? Y nos reunimos unos cuantos para ayudar al barrio». Ana así nació la asociación vecinal Grupo Giralda, «envolviendo juguetes en cajas de pan» para mantener la ilusión de los más pequeños. Desde entonces no han parado de atender las necesidades básicas del barrio. En la actualidad reparten mensualmente lotes de alimentos entre 30 familias. También ofrecen «ayuda puntual» a otras tantas que vienen derivadas de la Unidad de Trabajo Social (UTS) del Cerro-Amate, junto al mercado de las Candelarias. En algunos casos se demanda «una limpieza de choque» en las casas bajas del barrio o bien el arreglo del cuarto de baño o la cocina de quienes apenas tienen ingresos. ¿Cómo? La entidad vecinal ha creado una red de voluntariado para dar respuesta a todos estos problemas cotidianos. «Este es un barrio que ha vivido de la construcción hasta la crisis. Hay muchos albañiles, electricistas, fontaneros... Lo que hacemos es que nos repartimos las tareas y trabajamos altruistamente», explica el presidente vecinal de Santa Teresa, Francisco Javier Trabajo.

En los últimos dos años han rehabilitado un total de 14 casas. El último caso ha sido Cristóbal, un octogenario con síndrome de Diógenes que vive solo, al que han reparado el baño y asisten semanalmente en la limpieza de su domicilio.

Otra de las vías de abastecimiento son las convocatorias benéficas y, a la vez, dinamizadoras que realizan a lo largo del año: una carrera de Papa Noel en Navidad (150 kilos de alimentos recaudados y juguetes), una carrera benéfica y el 28F con carnavales. «No faltan manos. Incluso por internet cuando pedimos un carrito de bebé o una manta para taparse de noche». No obstante, reconocen, que la zona requiere «una actuación integral» de las administraciones.

LOCALIZACIÓN: En el distrito Cerro-Amate. Delimita con la barriada de Madre de Dios de Tres Barrios, Virgen de los Reyes y Nuevo Amate (antigua Regiones Devastadas).

POBLACIÓN: 1.500 habitantes.

HISTORIA: En la década de los años cincuenta de la pasada centuria comenzó la construcción de la barriada de Santa Teresa, en Amate, con las primeras casitas bajas. En principio, para acoger a familias que venían a trabajar en las fábricas de la zona. La barriada fue creciendo como un territorio con un modelo urbanístico irregular, desfasado y en muchas ocasiones contrario a la normativa actual.

LA PARROQUIA DEL BARRIO

En 1965 el Gran Poder estuvo en este templo con motivo de las Santas Misiones instituidas por el cardenal Bueno Monreal con el fin de «ayudar-nos a renovar nuestra vida cristiana». Hace unas semanas se conocía que el Señor de Sevilla regresará a la parro-quia de Santa Teresa en 2020 con motivo del IV centenario de su hechura por Juan de Mesa. «Será una alegría inmesa para este barrio, donde hay muchos mayores y devotos que no pueden ir a verlo a la Basílica», explican los feligreses de una iglesia que actualmente cuenta con la dirección del sacerdote José Manuel Romero Acosta.

EL DELEGADO DEL DISTRITO RESPONDE A LOS VECINOS

El responsable del distrito Cerro-Amate, Juan Manuel Flores, se ha mostrado sensible con los problemas de extrema pobreza que han expuesto los vecinos de Santa Teresa, en la zona de Amate; así como las reivindicaciones de reforzar la limpieza y la seguridad en la plaza de las Moradas, donde se impone la botellona.

¿Qué puede hacer el distrito para promover la recuperación de talleres de empleo y cursos de formación para jóvenes del barrio?

—Estamos trabajando intensamente con la Junta de Andalucía para recuperar los talleres de empleo que existían en el antiguo colegio San Fernando, poniendo en

uso sus aulas y otras dependencias aún sin utilizar. Se está tratando de adecuar las condiciones de ese edificio para que administrativamente estén homologados para la impartición de ese tipo de iniciativas. Además en el presupuesto de 2018 se ha aprobado una partida de inversión para adecuación de locales para talleres de empleo, recogiendo así una enmienda de IU.

¿Qué propone para solucionar los problemas de vandalismo, botellona y suciedad que sufren la plaza de las Moradas y el parque Santa Teresa?

—El distrito ha podido comprobar in situ el deterioro que sufren dichos espacios, y cómo a pesar de la inversión realizada para mejorarlos, una parte de la población no los cuida y continúa deteriorándolos. La comunicación con la Policía Local y Lipasam es permanente, y esperamos que el trabajo continuado en la zona dé sus frutos.

¿Qué hay del proyecto de zona ajardinada para el montículo de escombros que aún hay junto a los bloques de Nuevo Amate? Su abandono está generando problemas de ratas en el entorno.

—El montículo se ideó por los diseñadores de los nuevos bloques como un tributo a la antigua Regiones Devastadas, pero su falta de atención ha llevado a la Administración de Fincas e Intercomunidad de la zona a solicitar su eliminación. Al igual que Emvisesa ha vallado y limpiado los terrenos cercanos y el distrito ha recuperado la zona de juegos del barrio, se trabaja para que dicho montículo se elimine o sustituya por algún equipamiento más útil.