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La provincia de Sevilla cuenta con seis vías verdes que no solo transitan por el interior, también se expanden a Córdoba, Cádiz y Huelva mediante, en algunos casos, cientos de kilómetros. / El Correo -
A menudo se confunden con los senderos naturales, pero las vías verdes resultan ser una oportunidad añadida a estos, toda vez que constituyen los recorridos peatonales y ciclistas en el medio natural que han sido reciclados del acondicionamiento de infraestructuras en desuso, principalmente antiguos trazados ferroviarios o carreteras sin servicio. De los 2.050 kilómetros operativos de vías verdes en España, en Andalucía se localizan 23 itinerarios, que suman una longitud total de más de 444 kilómetros, lo que supone en torno al 22% del territorio nacional.
Durante mucho tiempo abandonadas y reivindicadas por colectivos ecologistas, hoy estos caminos representan un atractivo turístico adicional a los que presta la propia orografía del terreno. Su existencia y puesta en punto ha sido el resultado de las actuaciones desarrolladas conjuntamente por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la Junta de Andalucía, Adif y distintas administraciones locales. Según la Asociación de Vías Verdes de Andalucía, al trazado que ya existe, todavía podrían sumársele en los próximos años, y siempre en función de las inversiones que se realicen, cerca de 1.000 kilómetros de vías ferroviarias en desuso que podrían mudar su piel en vía verde. Todas estas nuevas infraestructuras remozadas se encuentran también incardinadas dentro del Plan Andaluz de la Bicicleta, ya que alrededor del 80% de estas vías andaluzas son perfectamente transitables sobre dos ruedas. Y en agosto del pasado año, el Parlamento andaluz aprobó por unanimidad una Proposición no de Ley en la que se instó al Consejo de Gobierno a impulsar y promover iniciativas dirigidas al desarrollo de nuevas vías verdes y a la promoción de las ya existentes.
Actualmente, la provincia de Sevilla cuenta con seis vías verdes establecidas. Serán las de Itálica, El Ronquillo, Sierra Norte, Campiña, Las Lagunas y de la Sierra. La más cercana a la capital es la de Itálica, que transcurre entre la Cartuja y el término municipal de Camas. El camino acondicionado comprende 2´75 kilómetros que discurren por la antigua línea de tren que unía Aznalcóllar con San Juan de Aznalfarache. Más allá de Camas, el sendero se extiende hasta Santiponce, recorriendo las faldas del ángulo noreste de la cornisa del Aljarafe e ingresando en el término de Gerena y atravesándolo íntegramente de este a oeste hacia Sierra Morena. La del Ronquillo, con nueve kilómetros, propone un paseo entre dehesas y riberas circundando el embalse de la Minilla. Casi 20 kilómetros posee la vía verde de la Sierra Norte, enclavada alrededor del impresionante paisaje que ha configurado el coto minero de Cerro del Hierro. Cazalla de la Sierra, Alanís, San Nicolás del Puerto y Constantina son las localidades que pueden atravesarse a pie y en bicicleta, generándose en los últimos años infraestructuras turísticas específicas para dar a conocer una de las vías verdes más visitadas de la comunidad autónoma.
Desde Marchena a Córdoba, o a la inversa, la de la Campiña es una ruta para senderistas más avezados que, en toda su extensión, alcanza los 85 kilómetros. Córdoba, Guadalcazar, La Rambla, La Carlota, Écija, Fuente Palmera, La Luisiana, Fuentes de Andalucía y Marchena. «No en todas las comunidades autónomas se tiene la posibilidad de movernos por vías tan amplias como algunas de las que recorren Andalucía, sin embargo su desconocimiento sigue siendo muy elevado incluso por parte de quienes sí que transitan y utilizan los senderos de forma recreativa o deportiva», explica Elena Merced, responsable de una empresa de turismo activo.
La vía verde de las Lagunas –también conocida como de la Subbética –discurre durante 65,25 kilómetros por el sur de la provincia de Córdoba, colindando estrictamente con Sevilla, y siguiendo el trazado del antiguo Tren del Aceite. Este camino, practicable a pie y en bicicletas como todos los demás, acerca a pintorescos pueblos como Luque, Zuheros, Doña Mencía, Cabra y Lucena salpicados de altivos castillos y alguna que otra cueva poco explorada. La prolongación de esta ruta por las vecinas tierras de Jaén completa una vía verde de 120 kilómetros, la más extensa de todas cuantas hay en España.
Finalmente, es entre Cádiz y Sevilla por donde serpentea la vía de la Sierra, única cuyo trazado nunca fue empleada por paso de tren alguno. Discurre durante casi 40 kilómetros al pie de las sierras más meridionales de la península, entre los pueblos gaditanos de Puerto Serrano y Olvera, entre otros.
CAMINITO DEL REY. MÁS DE UN MILLÓN DE VISITAS Y SUBIENDO...
En los poco más de dos años que han transcurrido desde su apertura, la vía verde del Caminito del Rey ha superado, de largo, los 600.000 visitantes. Una cifra espectacular que da la medida de la admiración regional, nacional y hasta internacional que suscita un sendero que transcurre entre Ardales, Álora y Antequera, en la provincia de Málaga. Este desfiladero representa, sin titubear, la corona del senderismo en Andalucía. Inaugurado en 1921 por el rey Alfonso XIII y abandonado algunas décadas después, este camino a más de 100 metros de altura estuvo rodeado durante las décadas de los 80 y 90 por un aura negra debido al número de excursionistas que se adentraron en él y perdieron en la vida en el intento de completarlo. Tras la restauración emprendida en 2014 ahora lo difícil es poder acceder a él. El pasado 16 de abril la empresa que lo gestiona sacó a la venta 100.000 entradas. Y en el momento en el que se redactan estas líneas ya no existe posibilidad de acceder al Caminito hasta bien entrado el mes de septiembre. Solo 1.100 personas pueden acceder cada día.
Ubicado a 162 kilómetros de distancia desde Sevilla, el sendero es, en palabras de presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, «conocido en el mundo entero», siendo el 65% de quienes lo transitan de procedencia extranjera. La razón del éxito del Caminito es, además de la belleza del desfiladero en el que se enclava, la posibilidad de experimentar una aventura en la que todo está bajo control.
El Caminito del Rey data originariamente de 1901, cuando la Sociedad Hidroeléctrica de El Chorro comenzó a construir un paso que necesitaba para sus operarios de mantenimiento y el transporte de materiales. Se trataba de un camino asido a la roca y sostenido en el aire que servía para trasladar materiales de construcción de la presa del Conde del Guadalhorce. Las obras de esa vía de servicio concluyeron en 1905 y durante varios lustros fue sólo un recurso laboral y social más, ya que también lo usaban los vecinos de la zona.
Si queremos seguir desafiando al vértigo podemos optar también por desplazarnos a la provincia de Granada. A escasos 20 minutos de su capital se sitúa Monachil, desde donde parte la llamada ruta de los Cahorros, que sigue el camino abierto por el río del mismo nombre a lo largo de una comarca llena de bosques y cañones. El fuerte de este itinerario, de unos ocho kilómetros (ida y vuelta), son los imponentes puentes colgantes que hay que cruzar cada cierto tiempo. Uno de ellos 63 metros de longitud –es el más largo de toda España– , y da paso a la zona más frondosa del recorrido.