La Delegación de Educación ha detectado en Triana-Los Remedios 120 solicitudes por encima del número de niños censados, la mayoría inscritos en la lista de espera del centro concertado Padres Blancos. Educación cree que ese excedente no responde a la demanda real del distrito y que desaparecerá si no entran en el popular colegio.
En ciertas urbanizaciones de Los Remedios, uno de los distritos más pudientes de Sevilla y con más desajuste entre la oferta de plazas escolares públicas y concertadas, cuelgan en los balcones unos letreros donde puede leerse: "Nuestros hijos no tienen colegio en este barrio".
Educación niega que sea cierto. En realidad hay plazas suficientes para los niños que están censados allí, dicen, pero al revisar las primeras listas de inscritos en los colegios se han encontrado un excedente de niños. "Nos sobran 120 alumnos en Triana-Los Remedios", reconoció a este periódico el delegado de Educación, Jaime Mougan, "y no nos cuadran las cifras porque sabíamos cuántos niños hay censados de tres años (Infantil) y de seis (Primaria)".
Cuando una familia inscribe a su hijo en un colegio lejos de su domicilio, aunque su lugar de trabajo esté cerca del centro, sabe que se arriesga a no lograr la plaza. En caso de empate con otro niño, vivir al lado de la escuela vale más que trabajar cerca. Educación cree que la mayoría de los niños que les sobran en Triana-Los Remedios son "alumnos falsos", a saber, niños que han pedido colegio en una zona que no le corresponde.
Ahora, la mayoría de esos niños engrosan la lista de espera del colegio concertado San José (Padres Blancos), donde cada año se atascan las solicitudes para entrar en Infantil. Este curso hay más de cien aspirantes para 50 plazas. "No son niños de allí", dice Mougan, "creemos que el centenar de alumnos que espera para entrar en Padres Blancos pertenece a otras zonas, al Aljarafe".
Según el delegado, los que finalmente no consigan matricularse en este centro, tampoco lo harán en ningún otro de la zona. "Esos alumnos desaparecen después de que salgan las listas definitivas. Si no logran entrar, no aceptan otro colegio, sea público o concertado. Y optan por una guardería privada", dice Mougan. Esto ocurre en Infantil, porque no es una etapa educativa obligatoria.
Los Padres Blancos tiene unos servicios complementarios extraordinarios, incluida una piscina climatizada y un teatro. Pero no tiene espacio físico para las aulas que demandan en el barrio. Cuenta con dos unidades de Infantil y cuatro de Primaria, por eso los problemas de ingreso se concentran en la primera etapa.
"Lo de los Padres Blancos es un problema endémico, porque no tienen espacio y nunca nos pidieron más conciertos", recuerda Mougan. El centro, en cambio, afirma que puede construir nuevas aulas. Aunque haya plazas en otros centros de la zona, los padres que quieren entrar en el San José o en el Santa Ana no aceptan alternativa.
A lo que Educación sí se niega de forma rotunda, al menos por el momento, es a subir la ratio en zonas en las que aún sobren plazas, como en Triana-Los Remedios o Nervión. En ambos distritos, las familias ya se han organizado para exigir a la delegación que lo haga.
La ratio está establecida en 25 alumnos por aula y la ley permite subirla hasta 28, pero no puede hacerse en un solo colegio, sino en toda una zona. En años anteriores, la presión de estos centros concertados ha logrado que la Junta claudique, y se ha ampliado la ratio habiendo plazas de sobra en escuelas públicas del barrio.
Este año se ha hecho en el Centro, otro distrito con necesidad de más colegios y con desajuste entre plazas públicas y concertadas, donde también se han detectado 128 niños inscritos que, según el censo, no pertenecen a esta zona.
