Dos turistas disfrutan del colorido y el arte que se despliega cada jornada en el Real de Los Remedios. / Pepo Herrera
La de 2014 pasará a la historia por ser la Feria de Sevilla más tardía en el calendario del 6 al 11 de mayo, la más calurosa con máximas de hasta 35 y también por ser la edición en la que «se consolida la recuperación» de la fiesta con un considerable repunte de ventas, de visitantes y de ocupación hotelera. Así de optimista se mostraba ayer el delegado de Economía, Turismo y Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, quien confirmó con datos que esta edición está siendo «buena» en lo que se refiere a afluencia de público e impacto económico. En pleno viernes de Feria y a la espera de los datos «definitivos», Serrano explicó que el nivel de ocupación medio ha sido «bastante aceptable» en la ciudad, alcanzándose el 85% en los establecimientos y «hasta un 100%» en algunos del Centro, como el Alfonso XIII. Otros indicadores se desprenden de los dos puntos de información turística habilitados en el recinto ferial en la portada y en la calle Costillares, y en los que se han atendido más de 2.250 personas, un 15% más que el año pasado. Asimismo, las visitas guiadas que se ofrecen desde estos quioscos y que desarrolla la Facultad de Turismo y Finanzas, se han consolidado en su segundo año con más de 300 usuarios en lo que va de semana. Serrano señaló que en cuanto al perfil internacional han predominado «los franceses, los ingleses, japoneses y chinos», mientras que a nivel nacional, han abundado «los vecinos de las provincias limítrofes de Andalucía y la Comunidad Autónoma de Madrid». También ha crecido el seguimiento en la redes. La etiqueta #FeriaSevilla14 ha contado con 36,5 millones de impresiones durante esta semana de farolillos, lo que confirma «el poder de convocatoria de la marca Feria de Sevilla». Por su parte, la aplicación app en la que se puede obtener información y que sirve de guía ha sido descargada por más de 18.000 personas de más de 72 países, entre ellos de sitios tan alejados «como Taiwán y África». Gregorio Serrano rememoró además el impacto de la crisis sobre el evento, porque a su juicio, la Feria de 2012 fue «la peor» de los últimos años, extremo íntimamente unido a las desorbitadas tasas de paro que sufre España y que castigan duramente a la población de la capital andaluza. Durante la edición de 2013, prosiguió Serrano, los datos macroeconómicos reflejaban «la recuperación» de la Feria en materia de asistencia de público y de impacto económico y este año ha sido, según sus palabras, el de «la consolidación» de la recuperación, pues entre el miércoles y el jueves, por ejemplo, han asistido al recinto ferial 200 coches de caballos más que en 2013, toda vez que la comparativa del jueves de Feria de 2014 con el mismo día de la feria de 2013 arroja casi un 22% más de pasajeros en las líneas de autobús urbano con destino al recinto ferial y su área de influencia y un 3% más en el caso del Metro. Igualmente, las empresas de distribución de bebida y refrescos en el Real han dado cuenta de que sus ventas se han incrementado un 15% respecto al mismo periodo de la Feria de 2013, por lo que ya se nota «la incipiente recuperación económica», subrayó Serrano.
A la espera de los «datos definitivos», pues queda aún el fin de semana, el responsable de Fiestas Mayores considera que se trata de «una buena Feria», aunque reconoció que no sabe cómo interpretar los datos correspondientes a la recogida de basura en el recinto ferial y su entorno, que arrojan una clara caída del tonelaje de basura respecto al año pasado. La basura recogida, en ese sentido, es uno de los indicativos usados para medir la afluencia de personas y su gasto en los negocios del recinto ferial. «Llegan muchísimas personas al Real de la Feria a partir de las cinco y media de la tarde», defendió el concejal Gregorio Serrano.
El delegado dio además cuenta de la incidencia surgida en torno a varios quioscos de churros y alimentación, que contarían con licencias de la Gerencia de Urbanismo para instalarse en espacios cercanos al recinto, como por ejemplo la avenida de Adolfo Suárez y que el martes pasado fueron «desplazados» por el propio Ayuntamiento más allá del Prado de San Sebastián, extremo que ha motivado las quejas de algunos.
Según Serrano, «la regulación del establecimiento de estos quioscos depende del área de Fiestas Mayores, con sus procedimientos y tasas», con lo que estos negocios, con las licencias y tasas abonadas a la Gerencia de Urbanismo, no contaban con derecho a instalarse directamente «en la Feria y su zona de influencia», extremo que ha atribuido a «un error» de interpretación.
«Se habló con la Gerencia de Urbanismo y se desplazó a estas personas», dijo Serrano explicando que las ocupación efímera de espacios en este entorno es competencia de Fiestas Mayores y tiene un coste de «entre 7.000 y 10.000 euros» por encima de lo abonado por el colectivo afectado.
